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Madrid |

Encender correctamente las luces antiniebla del coche en condiciones específicas evita multas y garantiza una conducción segura.

luces

El mando del coche, donde se activan las diferentes luces.

El sistema de alumbrado de un vehículo es uno de los componentes más importantes para la seguridad activa, ya que permite ver y ser visto en todo momento. Está formado por diferentes tipos de luces, cada una con una función específica.

Las luces antiniebla son esenciales para conducir con seguridad en condiciones de baja visibilidad. Sin embargo, desconocer su uso correcto puede convertirse en motivo de sanción económica y en un riesgo para la circulación.

Diversos fenómenos meteorológicos, como la lluvia, la nieve o la niebla, reducen la visibilidad y ponen en riesgo la conducción. Para contrarrestar estos efectos, el vehículo dispone de luces específicas, entre ellas las antiniebla, diseñadas para momentos concretos y no para un uso continuo.

A diferencia de las luces cortas o largas, las antiniebla son las que más dudas generan entre los conductores sobre cuándo deben encenderse y cuándo apagarse. Además, existen diferencias claras entre las delanteras y las traseras, lo que puede ocasionar confusión durante la conducción si no se conocen las normas.

En esta época del año, caracterizada por la presencia frecuente de bancos de niebla en carretera, resulta fundamental refrescar lo aprendido en la autoescuela y recordar en qué situaciones es obligatorio circular con las luces antiniebla encendidas y cuándo deben apagarse para evitar infracciones.

Cómo y cuándo usar las antiniebla

Estas luces pueden ser delanteras (opcionales) y traseras (obligatorias, salvo en motocicletas). Cada una tiene un uso definido y la Dirección General de Tráfico (DGT) establece claramente cuándo deben emplearse.

Las antiniebla delanteras son potentes y mejoran la visión del conductor. Se pueden usar de forma opcional con niebla, lluvias abundantes, nevadas o polvo en suspensión. Sin embargo, hay que manejarlas con precaución, ya que deslumbran con facilidad. Por ejemplo, está prohibido conectarlas cuando solo llueve de manera moderada.

Por su parte, las traseras son rojas y más intensas que las de posición, pensadas para que otros conductores vean al resto de vehículos con claridad. Se encienden con niebla espesa, lluvia o nieve densas, nubes de polvo o humo que dificulten gravemente la visibilidad. Si la lluvia o la nieve son ligeras, está prohibido activarlas, bajo riesgo de sanción.

La multa: 200 euros

Cumplir estas indicaciones no solo incrementa la seguridad vial, sino que también evita la multa de 200 euros que corresponde al uso indebido del sistema de alumbrado. Este importe puede parecer elevado, pero se aplica para garantizar que todos los conductores respeten las normas y reduzcan riesgos en condiciones adversas.

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