La Dirección General de Tráfico (DGT) está renovando, poco a poco, las señales de tráfico. Desde cambiar los diseños de las ya existentes a instalar nuevas, la señalética de carreteras y ciudades irá actualizándose.
Nuevas formas de movilidad, igualdad de género, más precisión en la descripción de distintos peligros y escenarios… Las bases para diseñar las nuevas señales de tráfico han intentado responder a diferentes necesidades. Obviamente, el proceso no ha estado exento de polémicas.
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En el nuevo catálogo de señales de tráfico hay cerca de 130 modificaciones que modernizan las imágenes para evitar confusiones y enviar mensajes unificados a los conductores en sus trayectos por ciudad y carretera.
Una de estas nuevas señales, que pondrá en alerta a los conductores, avisa sobre la presencia de medios de control del tráfico. Eso sí, a los anteriores radares (con su correspondiente indicación) se suman nuevos dibujos que incluyen todos los medios que la DGT tiene a disposición para vigilar a los conductores.
Entre ellos, los drones y los helicópteros. La nueva señal S-991g señala la presencia de medios aéreos para el control de la velocidad. El pictograma, de color negro sobre un fondo amarillo, indica la posible existencia en el tramo de un helicóptero o un dron.
Cuántos drones tiene la DGT
La DGT tiene a su disposición 39 drones, que son capaces de detectar infracciones de tráfico en un radio de 500 metros. Cuando avistan un hecho sancionable en carretera, envían la correspondiente imagen al vehículo que hace las veces de centro de control móvil. Hay una veintena de estos drones que pueden poner multas automáticamente desde sus cámaras.
Con estas pruebas recogidas y verificadas, se emite la correspondiente denuncia que llegará al domicilio asociado a la matrícula del coche infractor. Además de los excesos de velocidad, los drones pueden detectar el uso del cinturón de seguridad, el tirar colillas o residuos por la ventanilla o el uso del teléfono móvil al volante.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.