¿Se puede aparcar en la puerta de un garaje que no tiene placa de vado?

Encontrar un sitio para aparcar el coche en la ciudad puede ser una tarea, casi, imposible: sobre todo en las horas críticas o en aquellos momentos del día con mayor densidad de tráfico. En muchas ocasiones los conductores se topan con huecos falsos: las entradas a los garajes que tienen un vado. Pero, ¿qué pasa cuando no hay señal?

Antes de responder es preciso recordar que un conductor puede parar en la puerta de un garaje (con y sin señal de vado) siempre que esta maniobra no supere los dos minutos y no obstaculice el paso de vehículos y/o peatones.

Volviendo al tema central: ¿se puede aparcar en un garaje que no tiene señal de vado? La respuesta se encuentra en el Reglamento General de Circulación (RGC) y, más concretamente, en el artículo 91.1.

Es ahí donde se establece lo siguiente: “La parada y el estacionamiento deberán efectuarse de tal manera que el vehículo no obstaculice la circulación ni constituya un riesgo para el resto de los usuarios de la vía, cuidando especialmente la colocación del vehículo y evitar que pueda ponerse en movimiento en ausencia del conductor”.

Prohibido aparcar en la puerta de un garaje

Por lo tanto, aunque un garaje carezca de la señal de vado (R-308), tampoco será posible aparcar en el hueco que deja su puerta. Está prohibido porque, al hacerlo, el vehículo en cuestión está obstaculizando la circulación de los coches que tengan que entrar y salir de ese aparcamiento.

Hay, eso sí, una diferencia respecto a los garajes que sí tienen vado. Tal y como puntualiza el RACE, el conductor que ha aparcado no tiene obligación legal de retirar su vehículo, aunque en la práctica dependerá de la interpretación que haga el agente.

De lo que no se librará el conductor negligente es de la multa: en este caso, es de 200 euros (100 si se acoge al pronto pago) sin pérdida de puntos en el carnet de conducir.

Existe un caso un tanto especial: un garaje sin señal de vado, pero con una línea amarilla pintada en el bordillo. Aquí las limitaciones dependerán de la forma. Si es continua, está prohibido parar y estacionar. Y si es discontinua, es posible parar, pero no aparcar. Las mismas restricciones se aplicaría si hubiera una señal R-308.

¿Para qué sirve entonces un vado?

La pregunta es lógica: si siempre está prohibido aparcar en la puerta de un garaje, ¿para qué solicitar y abonar un vado? Para poseer ese derecho de paso. También para compensar al consistorio local por permitir que los coches invadan la acera pública para entrar y salir del garaje y por la necesaria modificación del bordillo para rebajarlo.

Cuando existe un vado, el artículo 91.2c del RGC prohíbe, de forma expresa, aparcar en ese espacio, ya que se obstaculiza “la utilización normal del paso de salida o acceso a un inmueble de personas o animales, o de vehículos en un vado señalizado correctamente”. Algo que también afecta al titular de la licencia.

En este caso, la sanción es la misma, 200 euros, pero esta cifra puede verse incrementada si la grúa se lleva el vehículo y el conductor debe ir al depósito a recuperarlo.