El mundo de la señalética es tan amplio como sorprendente. Existen señales para advertir de riesgos insospechados y otras que recomiendan acciones que pocos imaginarían. Además, la señalización no es universal: puede variar según el país en el que se circule, lo que añade un punto extra de complejidad para los conductores.
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La Convención de Viena, promovida por la ONU, buscó unificar la señalización vial a nivel internacional. Sin embargo, como ocurre con muchos tratados, no todos los países adoptaron el mismo criterio en su totalidad. Algunos conservaron señales propias por tradición o por necesidades específicas. Aun así, las más importantes (como las que indican prohibición o peligro) sí se estandarizaron para garantizar la seguridad en las carreteras.
En este contexto, todavía hay países que mantienen señales exclusivas, por lo que resulta fundamental informarse antes de viajar. El desconocimiento de la normativa no exime de su cumplimiento, y una simple confusión puede acabar en una multa inesperada que arruine la experiencia.
Señales virales
También conviene diferenciar entre las señales que imponen una norma y las que solo sugieren una conducta al volante. Esta distinción es clave para interpretar correctamente cualquier señal desconocida y actuar con prudencia. Saber si una indicación es obligatoria o meramente orientativa puede evitar sanciones y, sobre todo, accidentes.
En los últimos días, las señales de velocidad con borde verde se han vuelto virales. A primera vista parecen indicar un límite de velocidad, pero en realidad no son iguales a las que conocemos en España. Su diseño genera curiosidad y confusión entre quienes las ven por primera vez.
Señales de velocidad, pero no obligatorias
Estas señales con borde verde son comunes en el Reino Unido. Su objetivo es recomendar la velocidad adecuada para la vía donde están instaladas. No obstante, circular por encima de esa cifra no implica recibir una multa. De hecho, en algunas aparece el texto Advisory Speed Limit (límite de velocidad aconsejado), lo que deja claro su carácter no vinculante.
Los conductores españoles pueden estar tranquilos, ya que estas señales no figuran en el catálogo oficial de tráfico en España. Aquí también existen señales orientativas, pero su diseño es distinto: no son verdes.
En nuestro país, las señales que sugieren una acción son cuadradas, con fondo azul y símbolos blancos. Por el momento, los límites de velocidad siguen representándose con señales circulares blancas y borde rojo. Y sí, superarlos implica sanción: el conductor se expone a una multa económica y, en algunos casos, a la pérdida de puntos.
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