Los efectos de la sequía en los conductores: multas de hasta 200 euros

Las elevadas temperaturas y la sequía comparten, desde hace semanas, titulares. Con la excepción de los pasados mayo y junio, son ya más de 30 meses sin lluvias importantes. Un escenario cuyas consecuencias son más numerosas de lo que parece a primera vista porque también afecta a los conductores y puede acarrear multas de hasta 200 euros.

En España, hay más de 600 municipios con restricciones de agua. Es la solución que han tenido que adoptar para hacer frente a los bajos niveles hídricos. Y es que, desde que arrancó 2023, la curva de descenso se ha ido agudizando con el paso de los meses: la media de los embalses españoles, el pasado julio, fue del 42,1%. La de la última década es del 58,5%.

Hasta ahora, la solución para este tipo de situaciones pasaba por transportar agua en camiones cisterna: una imagen frecuente, sobre todo, en localidades que duplican su población en verano debido al turismo. Ahora no parece suficiente y entre las limitaciones adoptadas figura la prohibición de regar jardines y zonas verdes, la de llenar fuentes y piscinas, la de limpiar las calles o la de lavar el coche.

Hasta 200 euros y el coche inmovilizado

Esta prohibición puede jugar en contra de la seguridad de los conductores. Al volante, el 90% de la información llega a través de la vista: si los cristales están demasiados sucios, no recibirán esos datos correctamente. Y lo mismo sucede con el funcionamiento de las cámaras y los sistemas ADAS, que suelen estar ubicados en el parabrisas delantero.

Circular con las lunas sucias no sólo afecta a la seguridad del conductor: también a su bolsillo. Si un agente considera que, en ese estado, impiden una correcta visión, la sanción puede ser de 80 euros. Y si creen que ponen en peligro la seguridad vial, esa cuantía puede llegar a los 200 euros porque sería una infracción grave.

Y es que, según el artículo 19.1 del Reglamento General de Circulación, “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule sin interferencias”.

A esto hay que añadir otra posibilidad: la inmovilización del vehículo si, como establece el artículo 84 de la Ley de Seguridad Vial, presenta “deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial” porque las superficies acristaladas están extremadamente sucias.

Otras sanciones

No son las únicas multas derivadas de la prohibición de lavar el coche. Si la suciedad impide leer correctamente los números y letras de la matrícula, el conductor puede ser sancionado por cometer una infracción grave. En este caso, la multa será de 200 euros sin pérdida de puntos en el carné de conducir.

Y si es el limpiaparabrisas no funciona o su estado es deficiente, también puede llegar un castigo económico de 80 euros.