¿Sirve este truco casero si se echa gasolina a un motor diésel?

Equivocarse a la hora de repostar puede acarrear graves problemas para el motor. Sea cual sea el combustible que use el coche, lo más aconsejable es pararse en cuanto se tenga conciencia del error.

Si el coche funciona con gasolina y se reposta diésel, el motor puede llegar a arrancar, pero se detendrá a los pocos metros. El gasóleo puede provocar daños en diferentes partes del motor, como los inyectores.  

Cuando el motor es diésel y se echa gasolina en el depósito, los daños pueden ser mucho más graves, llegando incluso a tener que sustituir la bomba de inyección. El coche arrancará y llegará a recorrer varios metros, pero al final se parará.

Echar aceite de motor

En estos casos, una solución casera que se recomienda como un truco es echar aceite de motor al depósito. El aceite añadiría a la gasolina cierto espesor, dándole una consistencia más similar a la del diésel. Aun así, “el motor no funcionaría bien”, confirma el catedrático de Motores Térmicos de Ingeniería Energética de la Universidad Politécnica de Madrid, Jesús Casanova.

En el supuesto contrario, aplicar este truco sería como echar más leña al fuego. Desde el punto de vista de la combustión, y si el motor arrancara porque hubiera muy poco gasóleo en el depósito, “la emisión de humo blanco por el escape sería inaceptable y añadir aceite aumentaría cantidad de humo”, explica Casanova.

La mejor solución en ambos escenarios es no llegar a arrancar el motor del coche y vaciar el depósito en cuanto sea posible, para evitar que el combustible equivocado fluya por un circuito que no está preparado para ello.

Llamar a la grúa

Los datos de asistencia del Real Automóvil Club de España (RACE) estiman que unos 70.000 conductores al año se confunden a la hora de repostar combustible. Lo mejor es darse cuenta del fallo antes de arrancar el motor o detenerlo en cuanto el coche empiece a mostrar síntomas.  

También es importante avisar a los trabajadores del área de servicio de lo sucedido, ya que lo ideal es no mover el coche hasta que acuda la asistencia. Las aseguradoras pueden cubrir estos problemas, acudiendo con una grúa para trasladar el coche al taller, donde se vaciará el depósito de combustible.