La movilidad sostenible ha puesto el foco en los vehículos de cuatro ruedas, pero ¿qué ocurre con las motocicletas? A pesar de ser un medio de transporte cada vez más eficiente y menos contaminante, las motos se encuentran en una situación desfavorable respecto a los coches en lo que a etiquetas ambientales se refiere.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), las motocicletas, en su mayoría, cuentan con las etiquetas B y C, mientras que muchos coches híbridos, con emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) incluso superiores, ostentan la etiqueta ECO. Esta situación se debe a una incongruencia en la regulación del etiquetado ambiental, que no equipara los estándares de emisiones de las motos con los de los turismos.
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Emisiones y etiquetas
Un estudio más detallado de las emisiones revela que las motocicletas que cumplen con las normativas Euro 5 y Euro 5+ emiten tan solo 0,0156 g/km de NOx, una cifra muy similar a la de los turismos híbridos que obtienen la etiqueta ECO. Sin embargo, esta última etiqueta permanece desierta en el segmento de las motos.
Por otro lado, los coches de combustión con la etiqueta C emiten 0,3137 g/km de NOx, una cantidad significativamente superior a la de las motocicletas más modernas. A pesar de estas evidencias, las motos siguen siendo penalizadas con etiquetas menos favorables, lo que limita, en muchos casos, su acceso a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y todo el resto de ventajas asociadas, por ejemplo, los descuentos en el impuesto de circulación y matriculación que sí tienen las etiquetas más eficientes.
Francia es el único estado de la UE que regula un etiquetado comparable y otorga la etiqueta Crit´Air 1 a vehículos ligeros y motos que cuentan con la Euro 4, 5 y 5+. Este distintivo sería el equivalente a la etiqueta ECO en España.
Vacío legal
La raíz del problema se encuentra en el vacío legal existente en la regulación del etiquetado ambiental para las motocicletas. Mientras que los turismos cuentan con una clasificación clara y detallada, las motos se ven afectadas por una normativa que no ha sido actualizada para adaptarse a las nuevas tecnologías y estándares de emisiones.
Esta situación ha generado una gran incertidumbre entre los motoristas, que ven cómo sus vehículos, cada vez más sostenibles, son discriminados frente a los coches. Además, las ZBE, que se están implantando en numerosas ciudades españolas, están dificultando la movilidad de las motos, a pesar de su menor contribución a la contaminación atmosférica.
Adicionalmente, más allá de la menor emisión de contaminantes a la atmósfera, el tiempo de viaje de las motocicletas, es menor que el de los coches. Estas son más ágiles en el tráfico urbano, lo que les permite sortear los atascos más fácilmente y reducir el tiempo de viaje en distancias cortas, por lo que pasan menos tiempo contaminando.
Cambio normativo
Ante esta situación, asociaciones como ANESDOR han reclamado a la DGT una revisión urgente de la normativa del etiquetado ambiental para las motocicletas. José María Riaño, secretario general de ANESDOR, ha señalado que “es necesario completar el sistema de etiquetado dando cobertura legal a las etapas Euro 5 y Euro 5+ de la categoría L (motos y vehículos de menos de cuatro ruedas) y asignando la etiqueta ECO para resolver el agravio comparativo con los turismos”.
La solución a este problema pasa por una actualización de la normativa que reconozca los avances en materia de emisiones de las motocicletas y les otorgue las etiquetas que les corresponden por derecho. De esta forma, se garantizaría una movilidad más justa y sostenible para todos los usuarios de la vía pública.
En conclusión, las motocicletas son un medio de transporte cada vez más eficiente y respetuoso con el medioambiente. Sin embargo, la normativa actual del etiquetado ambiental las discrimina frente a los coches, lo que limita su uso en las ciudades y perjudica a los motoristas. Es necesario que las administraciones públicas tomen medidas urgentes para corregir esta situación y garantizar una movilidad sostenible para todos.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.