La familia Monster

Ducati desvela su última creación de este icónico modelo, la 1200 en su versión normal y S, más potente

La familia Monster

La tercera generación de la familia Monster es el nuevo buque insignia del modelo de Ducati. Combinando sus mejores y más modernas soluciones técnicas, sin perder el “instinto Monster” de siempre, han construido una motocicleta superior en todo a sus antecesoras. Como objetivos principales se ha trabajado en mejorar su comodidad, seguridad y agrado de conducción, pero no a costa de perder efectividad.

Veintiún años después de la presentación de la primera Monster, Ducati desvela la nueva Monster 1200, que toma sus raíces de la Panigale con el motor Testastretta DS de 1.198cc, 4 válvulas por cilindro y refrigeración líquida, adaptado a su nueva función. Todo gira en torno al motor, que se convierte en protagonista al transmitir una suavidad de funcionamiento y facilidad de conducción jamás encontrada en una Monster de alta cilindrada.

Como en su hermana deportiva, el bloque motor se convierte en parte integrante del chasis, una ligera estructura multitubular sujeta toda la dirección y se atornilla a las culatas. Por la parte posterior el basculante monobrazo va también anclado al motor. En cuanto a sus suspensiones equipa una horquilla invertida Kayaba de 43mm totalmente ajustable y, como el amortiguador Sachs, también regulable en extensión y precarga del muelle. La versión S recibe su habitual tratamiento de “alta costura” e incorpora una horquilla invertida Öhlins de última generación y un amortiguador trasero de gas de la misma marca.

Los frenos son Brembo monobloque de cuatro pistones con discos de 320mm, y el modelo S monta los discos de Superbike de 330mm y pinza M50 monobloque, que son lo mejor del mercado (iguales a la Panigale S). Ambos modelos recurren a bombas radiales y disco de 245mm con pinza Brembo detrás. Tienen ABS de serie pero se puede desactivar a gusto del conductor.

En cuanto a rendimiento, el propulsor de la Monster 1200 ofrece 135 CV a 8.750 rpm y en la S hay 10 CV extras (145 CV) a las mismas revoluciones. Ducati ha conseguido una progresiva y eficiente curva de potencia enfocada a lograr el máximo placer de conducción, suave y dosificable desde bajo régimen, consistente en medios y con un cambio de carácter a partir de 6.000 rpm enérgico y gratificante.

Una excursión de 200 km

Nada más subir a la Monster 1200 S (solo probamos esta versión) uno se siente cómodo, todo está en su sitio y se llega bien al suelo. Con los kilómetros, va gustando cada vez más. Tiene cintura de avispa, es estrecha a nivel del asiento-depósito, y aunque es grande se siente manejable. En trazados con virajes rápidos con mucho tiempo tumbado en 4ª o 5ª, transmite confianza. Con trazadas largas, limpias y precisas, es aplomada e imperturbable cuando se encuentra en pleno apoyo y muy neutra en las frenadas fuertes. En carreteras secundarias reviradas se siente rápida en los cambios de dirección e invita constantemente a abrir el gas con diligencia a la salida de los virajes lentos. Es una delicia sentir el contundente empuje del motor en 2ª, 3ª y 4ª, levantando suavemente la rueda delantera mientras avanzamos rápidamente para preparar la siguiente frenada.

Esta 1200 es una gran Monster con un precio bien aquilatado en su versión “normal”, que sube 3.000 euros más en su versión S por las delicatesen mencionadas.

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