En los primeros meses de este año, los medios se hacían eco de un estudio realizado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC) en el que se resaltaba que España contaba con el doble de mascotas que de niños.
Así, el número de perros registrados se había incrementado un 38% desde la pandemia. Esto implica que los hogares españoles disponen de 15 millones de mascotas, en contraposición a los únicamente 6,6 millones de niños menores de 15 años.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los propietarios de las mascotas es poder viajar con ellas sin restricciones. Es cierto que tanto las compañías aéreas, como las ferroviarias e incluso las de autobuses, permiten los desplazamientos cumpliendo una serie de requisitos. No obstante, la forma más popular de hacerlo en vehículo es hacerlo en coche, pero ¿qué sucede con las motocicletas?
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¿Qué dice la ley?
Lo primero que se debe conocer es que no existe ninguna legislación específica que prohíba transportar expresamente mascotas en moto. El Reglamento General de Circulación en su artículo 18 señala:
“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
“A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”.
Tal y como se indica, es el conductor el que se debe de responsabilizar de todos los ocupantes del vehículo, ya sean personas o como en este caso, animales. Aunque una cosa es regular el traslado y otra más importante es cómo transportarlos. Algo que el citado artículo 18 no especifica.
Transportar perros en moto
El mercado de accesorios cuenta con diversas soluciones para trasladar perros de manera segura. Hay que recordar que los animales, al igual que las personas, se deben acostumbrar y sentirse seguros al viajar en vehículos.
Por eso, puede ser muy peligroso que el animal quiera saltar de la moto nada más ponerse en marcha. Entre las alternativas homologadas que ofrece el mercado para transportar perros se encuentran:
Mochilas
Son el método más utilizado para el transporte de perros. Hay que tener en cuenta que están desarrolladas para animales que se encuentren entre los 10 y 12 kilogramos de peso. Deben disponer de un sistema de ventilación apto (con zonas de rejilla) para que la mascota pueda respirar sin problemas. Una de las grandes virtudes de las mochilas es que el conductor las puede llevar tanto a la espalada, como en el caso de disponer de un escúter, introducirla entre las piernas, sujetándola al gancho de transporte.
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Transportín
Este método está especialmente indicado para los animales que superen los 12 kilogramos de peso y que no pueden ser llevados en una mochila. Estos se ubican en la parte trasera de la moto, de manera similar a los baúles traseros. Es muy importante que cuente con ventilación y que el interior del cajón vaya acolchado para proteger al perro.
Bolsa sobredepósito
Al igual que las bolsas sobredepósito tradicionales tan usadas por el colectivo motero, estas específicas para transportar perros también se ubican de dos maneras: por imanes o mediante enganches a una funda previamente ya instalada que cubre el depósito. Están desarrolladas para animales que no pasen de los ocho kilogramos de peso.
Sidecar
Una de las imágenes más habituales de perros en moto, son estos subidos en el sidecar. Una forma muy común de transportarlos en países como Estados Unidos, pero más insólita en las carreteras europeas. Acoplar un sidecar a la moto es ideal para perros de razas muy grandes, ya que cuentan con suficiente espacio para viajar cómodamente. El problema en comparación con las otras opciones es el precio, mucho más elevado.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.