Luna, la primera moto biodegradable

Sostenibilidad sobre dos ruedas llevada al extremo. Después de algunos retrasos causados por la crisis sanitaria de la covid, la empresa neoyorquina Tarform anuncia la puesta a la venta de su original modelo Luna. Tiene dos versiones, Scrambler y Racer, y su precio es de 24.000 dólares (21.416 euros al cambio actual).

El proyecto ha tardado cuatro años en tomar su forma definitiva, bajo una imagen neorretro que recrea las preparaciones clásicas artesanales. Pero la Luna destaca porque toda su fabricación es modular para poder reutilizar sus componentes y se realiza con un escrupuloso respeto por el medio ambiente.

Tarform utiliza solamente materiales reciclables, y los que no pueden reaprovecharse son biodegradables. Así ocurre con el cuero de origen vegetal del asiento (obtenido de las hojas de té y fibras de a piña) o el propio carenado, que también es de bioplástico. La pintura por su parte, también es de elaboración natural y contiene pigmentos extraídos de algas marinas mezclados con hierro.

Última tecnología y prestaciones deportivas

Como no podía ser de otra manera en un vehículo de planteamientos tan ecológicos, el motor es eléctrico, sin emisiones, y entrega una potencia de 41 kW (55 CV) suficientes para acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4 segundos y alcanzar una considerable velocidad máxima de 193 km/h. La moto pesa 199 kilos.

La batería de 10 kWh anuncia una autonomía máxima de 193 kilómetros y puede conectarse a un poste de carga rápida, donde recupera el 80% de su capacidad en 50 minutos. Pero su fabricación modular y la posibilidad de actualizar sus tecnologías permitirán, según el fabricante, mejorar estas prestaciones a medida que las tecnologías de electrificación vayan evolucionando.

Por lo demás, y a pesar de su nostálgico estilo vintage y su imagen minimalista, el equipo es altamente tecnológico, con iluminación por led, cuadro de instrumentos completamente digital y avanzados sistemas de conectividad.

Las dos versiones (Scrambler y Racer) comparten la misma mecánica monobloque de motor y batería, pero se distinguen por detalles como el asiento, el faro (carenado en la Racer) o los neumáticos (con tacos en la Scrambler).