Dos híbridos contra dos eléctricos puros: imagen y diseño

No sorprenden por su poder de seducción, pero tampoco desentonan, como pasa a veces con los modelos ecológicos. El Mitsubishi tiene un diseño con más presencia y explota su mayor tamaño y el poderío de las carrocerías SUV, con unos trazos sólidos y un frontal elegante que transmiten robustez.

El nuevo Leaf maquilla las carencias estéticas del anterior y, aunque mantiene la silueta, estrena un frontal más deportivo con la parrilla en V, un lateral estilizado y una zaga vanguardista. El Niro es una fusión entre un compacto y un SUV: más alto que los primeros y más bajo que los últimos. Y aplica la original parrilla de Kia con una línea estilizada y una zaga con mucha chapa y poco cristal que da solidez al conjunto. El Zoe es un utilitario de aire moderno en el que sorprende su afilada mirada, sin apenas parrilla y con un prominente parachoques. Y sus formas suaves y abombadas le dan un toque de clase.

El frontal del Zoe.

En el diseño interior tampoco hay sorpresas. El Leaf adopta un estilo moderno con toques vanguardistas, pero el diseño del mando del cambio no es práctico. El Kia es atractivo y está cuidado, aunque con detalles mejorables, como una pantalla muy simple. El Mitsubishi aporta un aire elegante y ordenado, y el Renault combina una pantalla central vistosa con un diseño e instrumentación austeros.