Desde que se supo que el Lancia Ypsilon volvía a la vida, ha generado no poca expectación. Y ahora que ya se comercializa, más. De hecho, llama mucho la atención.
Y es que su diseño es muy original, atrevido, futurista. Le caben todos estos adjetivos. Pero también es algo ‘vintage’, sobre todo en una trasera influenciada claramente por el histórico Lancia Stratos.
Sus 4,08 metros de longitud comienzan con un frontal que atrae muchas miradas que expresan su sorpresa al darse cuenta de que se trata de un Lancia, ya que esta palabra preside el frontal y evita dudas. Su línea led y los faros situados en los extremos crean el resto de expectación.
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Interior también original
Original y… casero. Porque la intención de los diseñadores de Lancia ha sido recrear el ambiente acogedor del hogar. Y se han acercado bastante. Desde los asientos hasta los detalles interiores como una mesita central de la que luego hablaremos, la sensación de estar en casa es perceptible. El espacio en la zona trasera es más limitado, pero al fin y al cabo se habla de un coche con marcado carácter urbano, con esos poco más de cuatro metros de largo.

El nuevo sistema de infoentretenimiento exclusivo de Lancia, S.A.L.A. (Sound Air Light Augmentation), refuerza esta idea de simplicidad. La clave es que sea sencillo e intuitivo de utilizar, para poder ofrecer un coche más tecnológico sin muchas complicaciones.
También lo consigue. Todo es fácil de ver y fácil de usar. Para empezar, cuenta con una pantalla tras el volante para la instrumentación de 10,25 pulgadas y otra del mismo tamaño, central y táctil para funciones de infoentretenimiento.

Debajo de esta se sitúa una serie de botones convencionales para el manejo del climatizador. Y debajo, lo que Lancia denomina una ‘mesa’ para dejar diferentes objetos como el teléfono móvil, las llaves de casa o una cartera.
El problema es que si se acelera con ganas o, más sencillo, en cualquier curva, todas estas cosas se caerán hacia un lado o hacia otro con el consiguiente peligro.
Los asientos delanteros son bastante cómodos, aunque la tapicería que llevan, como una especie de terciopelo, coge mucho polvo y mucho… de todo. Detrás, el espacio justito para dos adultos, con un tercero demasiado estrecho y con poco hueco para las piernas de todos los ocupantes. Y tampoco se puede llevar mucho equipaje, ya que su maletero solo cubica 309 litros.

Motor 100% eléctrico más que suficiente
Aunque del Ypsilon existe una versión microhíbrida de 100 CV, la unidad de pruebas correspondía a la 100% eléctrica de 115 kW o, lo que es lo mismo, 156 CV.
Esta potencia le da una agilidad más que notable, sobre todo en el entorno urbano, para el que ha sido diseñado. Alcanza una velocidad máxima de 150 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en unos muy dignos 8,2 segundos.
Aunque es cierto que su agilidad depende mucho del modo elegido y es que en cada modo hay una potencia disponible. Así por ejemplo, en el más económico, denominado ECO, solo están disponibles 109 CV. En el siguiente, el Normal, ya aumenta a 136 y en el Sport, ofrece toda la potencia disponible, esos 156 CV. Respecto a su frenada, tiene disponible junto al mando de palanca del cambio situado entre los dos asientos, la posición B, para retener más y recuperar más energía.
Su autonomía teórica, gracias a una batería de 51 kWh y a un consumo medio homologado de 14,5 kWh/100 km, llegaría a rozar los 400 kilómetros. Pero claro, este cuento, en la práctica, cambia bastante. Y como siempre, todo depende de lo que nos guste circular en modo Sport, en todos los sentidos.
Ese consumo puede doblarse fácilmente, pero lo que a buen seguro es que es muy difícil conseguir esos menos de 15 kWh, y es mucho más realista acercarse a los 20 kWh, con lo que, con calefacción o aire acondicionado encendido será complicado acercarse a los 300 kilómetros de autonomía real, o unos 400 si se circula en ciudad (donde homologa unos fantasiosos 535 kilómetros).

Su capacidad de carga en corriente continua es de hasta 100 kW, en el que tardaría algo menos de media hora en cargar la batería. Si es en corriente alterna, algo mucho más habitual, a 11 kW tardará en cargar unas 5 horas, 7,5 si es a 7,4 kW.

En marcha, es un coche muy agradable, muy bien insonorizado de la carretera y con una suspensión que pretende también agradar al pasaje aunque, al mismo tiempo, no deja oscilar mucho su carrocería en virajes.
Precio y equipamiento
Aunque hay un Lancia Ypsilon desde 34.500 euros, esta versión de prueba correspondía al acabado LX que parte de los 37.500 euros.
No es un coche económico, pero es que se quiere situar como el coche premium del segmento B de Stellantis. Por lo menos compensa con un equipamiento más que completo.

Por resumir mucho, no faltan de serie cosas como llantas de 17 pulgadas, control de crucero adaptativo, cámara delantera y trasera, 2 puertos USB-C traseros (y uno frontal) o faros full led.
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