Renault Symbioz E-Tech full hybrid 145 CV Iconic: ¿un nuevo icono?

Madrid |

El Symbioz se suma al catálogo de todocaminos de la marca gala, con una imagen más moderna y mucha tecnología a bordo.

Renault

El Symbioz se sitúa a medio camino entre el Captur y el Austral.

Situado a mitad de camino entre el Renault Captur (4,24 metros de longitud) y el Renault Austral (4,51 metros) gracias a sus 4,41 metros, este Renault Symbioz es un nuevo SUV con una estética futurista y que, desde luego, llama la atención en la calle.

Se basa, eso sí, en la plataforma CMF-B, que es la misma que tiene el Clio y el Captur. Y lo que ha pretendido Renault es hacer como una mezcla de puntos fuertes de otros modelos del segmento C de la marca.

El Renault Symbioz destaca por su diseño vanguardista. Sus líneas fluidas y elegantes no solo mejoran la eficiencia aerodinámica, sino que también le otorgan mucha presencia en carretera. Las llantas de aleación ‘Pulsar’ de 19 pulgadas completan un conjunto visualmente más atractivo que alguno de sus hermanos.

Interior familiar

Al abrir las puertas del Symbioz, aparece un interior digitalizado, muy bien organizado, pero no el más espacioso de Renault. Los asientos son cómodos y ofrecen un buen soporte lateral, ideal para largos viajes.

Los asientos delanteros son muy cómodos.

Detrás tres ocupantes van a viajar algo justos, pero el techo solar panorámico Solarbay, que es de serie, proporciona mayor sensación espacial en altura.

Tras el volante, el cuadro de instrumentos es digital y de 10,3 pulgadas, con unos grafismos muy nítidos y que se ven muy bien. En el centro, la típica pantalla táctil vertical de Renault, en este caso de 10,4 pulgadas. Incorpora el asistente de Google y Google Maps, además de poder descargar apps directamente en el coche.

La pantalla central, al estar orientada en vertical, parece más grande.

Los acabados son de buena calidad, así como los ajustes, pero no son premium, aunque tampoco se trata de un coche de ese nivel.

Respecto al maletero, cuenta con un mínimo de 434 litros que se pueden ampliar hasta los 548, por la posibilidad de mover la banqueta de los asientos hasta 16 centímetros. Si esta segunda fila se abate, la capacidad sobrepasa los 1.500 litros.

El maletero puede aumentar, corriendo la banqueta trasera hasta 16 centímetros.

Mecánica híbrida y solvente

El Renault Symbioz monta la conocida tecnología E-Tech full hybrid, con un motor de gasolina 1.6 de 94 CV y dos propulsores eléctricos, lo que le dan 145 CV de potencia total. El conjunto está también asistido por una batería de 1,2 kWh. En resumen, luce la etiqueta ECO de la DGT.

La marca homologa un consumo de 4,7 litros a los 100 kilómetros, pero en esta prueba, tras recorrer diferentes trazados durante varios días, el consumo total se ha colocado alrededor de los 5,4 litros.

La imagen del Symbioz es bastante vanguardista.

Cuenta con una transmisión automática de doble embrague, que proporciona cambios de marcha suaves y bastante rápidos.

Es un motor resolutivo, que empuja bien, aunque mucho mejor si los motores eléctricos tienen energía y ayudan porque si no, sí que se nota mucha diferencia a la hora de demandar aceleración. Con ‘toda la carne en el asador’ homologa 10,6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, mientras que promete una velocidad máxima de 170 km/h. Unas cifras bastante buenas si tenemos en cuenta que el Symbioz arroja en báscula un peso de 1.500 kilos.

Esta mecánica, donde mejor rendimiento tiene, sin ninguna duda, es en ciudad y alrededores. Sobre todo porque siempre comienza a rodar movido por uno de sus motores eléctricos, lo que se transforma en mucha suavidad y sin ruido. Pero una de las cosas más criticables de este coche es que, cuando se acaba la energía eléctrica, se enciende el motor de combustión en algunas circunstancia que pillan desprevenido. Da igual si está en marcha o parado. En cualquier situación, se enciende y se revoluciona bastante, con el consiguiente ruido que llega al habitáculo.

Detrás, tres adultos van a ir estrechos, pero con el techo solar, bien en altura.

En carretera, se nota que su chasis está bien equilibrado, proporcionando una buena estabilidad en curvas y una conducción cómoda en autopista. La suspensión, ajustada para ofrecer un equilibrio entre confort y deportividad, absorbe bien las irregularidades del asfalto, pero no todas, porque las más agresivas, como los famosos ‘guardas tumbados‘ se le atragantan un poco y termina por pasar movimientos repentinos al pasaje.

La dirección asistida es precisa y ofrece un buen ‘feedback’, facilitando las maniobras en ciudad y proporcionando una buena sensación de control en carretera abierta. Aunque no es de las direcciones más directas, cumple bien con su trabajo y el guiado aprueba con nota.

El frontal es bastante moderno y agresivo.

Precio y equipamiento

Respecto a su precio, esta versión, denominada Iconic, se va hasta los 36.360 euros, pero hay un Symbioz (evolution), por menos de 30.000 euros.

En el caso del Iconic no falta equipamiento de primer nivel como los asientos delanteros calefactables, cargador del móvil por inducción, volante y asientos calefactables, control de velocidad adaptativo con centrado de carril, aparcamiento manos libres o la apertura del maletero también sin manos.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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