La mayoría de coches de altas prestaciones opta por emplear cajas de cambio automáticas, decisión motivada por la mejora de estas en los últimos años. Son suficientemente rápidas como para sacar el máximo rendimiento de los motores. Tiene lógica, aunque los puristas claman por tener al menos la opción de emplear una transmisión manual, algo que a veces los fabricantes cumplen, como es el caso del Aston Martin Vantage AMR.
La compañía británica va a lanzar una serie limitada del modelo de la que solo se producirán 200 unidades, y cuyo elemento diferenciador es la presencia de una caja de cambios manual de siete relaciones que tiene una configuración un tanto peculiar.
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Lo curioso es que la colocación de las marchas en la caja de cambios es la propia de un vehículo orientando al uso en circuito, con la primera en posición izquierda inferior, separada del resto, para que las transiciones entre las demás sean más rápidas.
También destaca la presencia del sistema AMSHIFT, que da un golpe de acelerador de manera automática al reducir marcha, manteniendo unas revoluciones óptimas para que las transiciones sean más suaves. El motor sigue siendo el conocido V8 de origen AMG, que desarrolla los mismos 510 CV de potencia pero ve su par reducido hasta los 625 Nm.
Entre lo positivo está el hecho de que la nueva transmisión ahorra 95 kilos de peso, quedándose el Aston Martin Vantage AMR en solo 1.535 kilos. A pesar de ello, es más lento que el automático: acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos (4 décimas más) aunque mantiene la velocidad punta de 314 km/h.
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