De este coche solo habrá cuatro unidades a 25 millones de euros cada una

La división de personalización de Rolls-Royce acaba de desvelar su última obra maestra durante la Monterey Car Week (California, Estados Unidos), un exclusivo Droptail. Limitado a sólo cuatro unidades en todo el mundo, este es el primero y se le conoce como La Rose Noire.

Este nombre se inspira en una rosa francesa conocida como “Baccara Negra”, una de las flores favoritas de la madre de la familia que lo encargó. Está pintado en un acabado rojo único que se ha diseñado para que parezca casi negro a la sombra pero tenga un brillo rojo nacarado bajo el sol. Rolls-Royce ha creado esta pintura especial combinando dos tonos de rojo que denomina True Love y Mystery.

Con un nuevo chasis

A diferencia del Rolls-Royce Sweptail y el Boat Tail, el Droptail no se basa en la misma plataforma del Cullinan, el Ghost y el Phantom, sino que cuenta con un nuevo chasis monocasco fabricado en acero, aluminio y fibra de carbono.

Aunque la base es nueva, el propulsor es el V12 biturbo de 6,75 litros de la marca, que desarrolla 593 CV y 840 Nm de par. Aunque en un coche de estas características no se trata de conseguir prestaciones, puede alcanzar los 100 km/h en menos de cinco segundos y una velocidad máxima de 250 km/h.

Diseño trabajado

Un diseño exterior único distingue este modelo del resto de modelos Rolls-Royce. El frontal es relativamente convencional, con una gran parrilla cromada y finos faros LED con luces diurnas.

A continuación, la carrocería se va estrechando hasta llegar a una zaga con un juego de luces traseras inéditas en la marca. Rolls-Royce también ha equipado al Droptail con un elegante alerón y una llamativa cubierta. Incluso cuenta con un techo desmontable de fibra de carbono que incluye paneles electrocrómicos.

El interior, lo mejor

Rolls-Royce describe el interior como el “elemento más destacable” del coche. Se ha tardado casi dos años en perfeccionarlo y está dominado por una compleja obra de arte que representa una expresión de pétalos de rosa cayendo, elaborados individualmente a partir de 1.603 piezas de chapa de madera negra.

Los asientos están revestidos de una combinación de cuero rojo True Love y rojo Mystery, mientras que en el centro del salpicadero hay un reloj personalizado de Audemars Piguet. Este cronógrafo de 43 milímetros incorpora serigrafía y un bisel interior rojo. Curiosamente, el reloj puede desmontarse pulsando un botón y ponérselo en la muñeca como un reloj tradicional con correa.

Por si fuera poco, la familia que encargó el coche también pidió una champanera Rolls-Royce única y a juego con el coche. Esta champanera se abre pulsando un botón e incluye copas de champán de cristal soplado a mano y una bandeja para servir.

Rolls-Royce no ha dicho cuánto costará cada uno de los cuatro modelos de este Droptail tan especial, pero algunas fuentes lo cifran en unos 25 millones de euros.