Una larga década buscando un coche, como si fuera la búsqueda del tesoro. Y tesoro es, no solo por el automóvil en sí, sino por quién fue su propietario. Una compañía estadounidense especializada en la compraventa de vehículos vintage de marcas como Ferrari o Lamborghini ha anunciado por fin, los resultados de su última empresa.
Han encontrado el Ferrari perdido de Michael Jordan, un 512 TR negro que llevaba años sin ser visto, en paradero desconocido.
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El Ferrari de Michael Jordan
Sí, Michael Jordan, la estrella del baloncesto (y del cine gracias a Space Jam). Su Ferrari 512 TR es un vehículo icónico que ha capturado la imaginación de coleccionistas y aficionados al automovilismo (y al deporte, cómo no) durante décadas.
Este Ferrari nero llegó a manos de Michael Jordan el 29 de febrero de 1992 a través del concesionario oficial de Ferrari en Illinois. Como no podía ser de otra manera, este coche fue fotografiado, junto a su propietario, en momentos tan icónicos como los Playoffs de la NBA de 1992, en su casa de Highland Park…
Jordan mantuvo el coche hasta 1995, solo tres años, cuando se lo vendió a Chris Gardner. La historia de su vida inspiró la película ‘En busca de la felicidad’. En la película, Gardner, interpretado por Will Smith, encuentra la inspiración para cambiar su vida después de ver a un hombre en un Ferrari rojo.
Como dato curioso, durante los años que Gardner condujo este Ferrari 512 TR lo hizo luciendo una matrícula que rezaba ‘Not MJ’ (No Michael Jordan), para evitar que lo confundieran al ir por carretera.
Escondido en un garaje en California
Después, en 2010, el Ferrari de Michael Jordan desapareció de la vida pública. Fue subastado y nunca jamás se supo nada más de él hasta ahora. El equipo de Curated logró localizar el coche en California, en posesión de un sobreviviente de cáncer que había enfrentado los incendios forestales de la región.
Este descubrimiento ha generado gran entusiasmo entre los coleccionistas y aficionados, ya que este emblemático Ferrari 512 TR ha vuelto a la vida después de tantos años.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.