McMurtry Automotive es un fabricante con sede en el condado británico de Gloucestershire que se dedica a investigar e inventar nuevas tecnologías para la automoción.
El año pasado ya dio la campanada con el Spéirling, un monoplaza con mecánica eléctrica y un diseño muy particular. El modelo batió el récord del circuito inglés de Goodwood (39,08 segundos) con el expiloto de F1 Max Chilton al volante, superando el establecido por el también eléctrico Volkswagen ID.R (39,9 segundos).
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Y en 2022 lo ha vuelto a hacer al marcar un increíble registro de 1,5 segundos en la prueba de aceleración de cero a 100 km/h. Para entenderlo, es un crono que supera en un segundo al conseguido por el Bugatti Chiron con sus 1.500 CV.
El secreto del McMurtry Automotive radica en sus contenidas dimensiones y en una revolucionaria tecnología aerodinámica. Esta deja pegado el coche al suelo mediante unos potentes ventiladores situados en la parte inferior del chasis, que aspiran el aire y lo expulsan por la parte trasera.
Mejor que un Fórmula 1
No se conocen las características mecánicas exactas ni la potencia máxima desarrollada por los motores eléctricos del modelo. Sin embargo, con solo 3,5 metros de largo y un peso por debajo de los 1.000 kilos, el rendimiento de este minúsculo misil de estética futurista se sale de toda norma.
De hecho, a su velocidad máxima (241 km/h) y gracias a sus aspiradores inferiores, el McMurtry Spéirling dispone de una fuerza aerodinámica negativa o de apoyo no solo dos veces superior a la de su propio peso, sino también más efectiva que la desarrollada por los Fórmula 1.
Tras los aclamados resultados del prototipo y el acierto de su tecnología, el director de la marca Thomas Yates ha manifestado a la prensa británica que en McMurtry ya planean fabricar una pequeña serie de coches homologados para circular por carretera abierta.
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