Es uno de los coches más caros del mundo, pero sus neumáticos solo duran 60 kilómetros

Los hiperdeportivos son coches tecnológicamente muy avanzados en los que todo tiene que estar en perfectas condiciones para poder sacar de ellos el máximo rendimiento para el que fueron concebidos. El Bugatti Bolide es uno de los mejores ejemplos lanzados al mercado en los últimos años, un modelo que para exprimir todo su potencial tiene que cambiar de ruedas cada 60 kilómetros.

Al menos así lo recomienda Bugatti, quien señala que para poder conseguir las prestaciones máximas en circuito, debido a las fuerzas y a la abrasión a las que son sometidos, resulta conveniente reemplazar con esa regularidad los neumáticos tipo ‘slick’ (lisos de competición) que el Bolide monta.

Sin embargo, no se trata de una operación de mantenimiento que esté al alcance de cualquiera. El juego de neumáticos, unos Michelin diseñados exprofeso y pensados solo para correr en circuito (el Bolide no está homologado para circular por la calle), tiene un coste de unos 8.000 dólares.

La tarifa es consecuente con lo que cuesta el modelo, del que solo se van a fabricar 40 unidades y que es de entre cuatro y cinco millones de euros.

Sin embargo, aquellos dueños que opten por no utilizar el coche y que, en lugar de ello lo mantengan a resguardo en su garaje, algo que suele ser bastante común en este tipo de vehículos, no tendrán que preocuparse por ello, puesto que la caducidad de los neumáticos en estas condiciones es de unos cinco años.

Todo caduca

No es el único elemento que tiene fecha de caducidad en el hiperdeportivo, como explica Manny Khoshbin, conocido influencer del mundo del motor y multimillonario que se encuentra en el reducido grupo de 40 personas que son propietarias de un Bolide.

Entre la lista de elementos que hay que reemplazar con regularidad aunque el coche no se utilice se encuentran los cinturones de seguridad, el depósito de combustible o el extintor, que solo funciona durante un año.