Bentley es una marca de ultra lujo, con una producción restringida y precios de acceso que rondan los 200.000 euros. Pero acaba de superarse a sí misma, fabricando las primeras unidades de los dos modelos más exclusivos de toda su historia.
Se trata de los Bentley Bacalar y Bentley Blowler, que tienen una producción limitada a tan solo 12 unidades, todas ellas ya vendidas. El primero es moderno, un descapotable biplaza de factura artesanal y altos vuelos, pero el otro es clásico, y tiene su origen en los años 20 del siglo pasado.
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Su creación ha sido obra de Mulliner, la división de personalización de Bentley, cuyo director, Paul Williams, ha declarado que «ver estos dos primeros coches terminados le ha dado a todo el equipo un enorme sentido de orgullo. Se han invertido años de trabajo en el diseño y desarrollo de estos proyectos, y verlos juntos es increíblemente gratificante».
Se trata de dos obras de gran valor, destinadas desde el principio a convertirse en codiciadas piezas de coleccionista. Los precios no se han concretado, pero se medirán en millones de euros.
El Bentley Bacalar destaca por ser un descapotable que es el segundo modelo biplaza que la compañía británica ha desarrollado en toda su historia. Tiene, además, una de las imágenes más deportivas de toda la gama actual, con enormes entradas de aire por debajo de su contundente parrilla, definidos pasos de rueda, grandes llantas y una línea de cintura muy musculosa.
Refrenda su estética con un motor que apunta en la misma línea, un propulsor 6.0 W12 biturbo que desarrolla 659 CV de potencia y 900 Nm de par máximo, asociado a una caja de cambios automática de ocho relaciones y a un sistema de tracción integral, lo que le garantiza unas prestaciones impresionantes que, eso sí, el fabricante no ha hecho públicas.
El Blowler, por otra parte, es una réplica del modelo de mismo nombre que la marca produjo durante los años 20 del siglo pasado. Como curiosidad, en su día fue más exclusivo incluso de lo que va a ser esta reinterpretación moderna, puesto que solo salieron de fábrica cuatro ejemplares.
Tomando uno de ellos, se escanearon todas sus piezas en 3D para poder replicarlas con exactitud, creando una copia virtualmente idéntica del original salvo por la incorporación de ciertos sistemas de seguridad. Hasta tal punto llega el respeto por el clásico, que monta el mismo motor que éste, un bloque de 4.398cc que desarrolla 240 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.