La expectación que está generando el McLaren 720S, siguiente eslabón de las Super Series del fabricante británico y relevo del 650S, no es poca. Tras anunciar el empleo de un nuevo monocasco de fibra de carbono, hace unos días se filtró la que podría ser su primera foto y ahora la marca de Woking desvela que el deportivo contará de serie con un modo Derrape.
Este Drift Mode se activará mediante el Variable Drift Control, un sistema que permitirá variar el nivel de intrusismo del control de estabilidad electrónico, dejando que el 720S deslice más o menos por la pista según le apetezca al piloto. Lo más curioso es que se controlará desde la pantalla táctil de la consola central simplemente deslizando un dedo. Eso sí, de los tres modos de conducción disponibles (Comfort, Sport y Track), solo se podrá utilizar en los dos más extremos.
Aunque sea la característica más llamativa, no es la única que ha desvelado McLaren. El fabricante también ha explicado que montará el Proactive Chassis Control II, una evolución del visto en el 650 S, que cuenta con 12 sensores extra, cuatro de ellos acelerómetros situados en las ruedas. Estos reciben información del asfalto en tiempo real y un algoritmo la procesa en milisegundos para endurecer o ablandar la suspensión, en función de las necesidades de cada momento.
En palabras de Mark Daniels, director ejecutivo del departamento de Desarrollo de Producto, “el Proactive Chassis Control II genera una cantidad adicional de agarre significativa, pero no a expensas del equilibrio y las sensaciones del coche”.
El McLaren 720S será presentado de manera oficial en el Salón del Automóvil de Ginebra.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.