¿Por qué es tan importante el catalizador para el coche y por qué no se debe quitar?

También conocido como convertidor catalítico, es un componente esencial en los sistemas de escape de los vehículos modernos.

sonda Lambda

Bajos de un coche con el sistema de escape y el catalizador en el centro.

El catalizador es uno de los componentes más importantes en los vehículos modernos de cara a reducir las emisiones contaminantes y cumplir con las normativas medioambientales.

Su principal función es minimizar las emisiones nocivas producidas por los motores de combustión interna, convirtiendo gases tóxicos en sustancias menos dañinas antes de que sean liberadas a la atmósfera.

Su eliminación no solo es ilegal y perjudicial para el medio ambiente, sino que también puede causar problemas mecánicos y económicos.

¿Qué vehículos deben llevar catalizador?

Desde la década de 1970, con la creciente preocupación por la contaminación del aire, muchos países han implementado regulaciones estrictas sobre las emisiones de los vehículos.

En la Unión Europea, la normativa Euro desde octubre de 1989 obliga a los coches de gasolina de más de dos litros a llevarlo. A partir de 1993 la obligación se extendió a todos los coches con motores de gasolina y desde 1997 para todos los diésel.

Tubo de escape expulsando el humo de la combustión.

En Estados Unidos, el Clean Air Act de 1970 y sus enmiendas establecieron requisitos similares. Por tanto, todos los vehículos modernos con motores de gasolina o diésel deben estar equipados con un catalizador para cumplir con estas normativas ambientales.

Funcionamiento del catalizador

El catalizador está compuesto de un núcleo cerámico con una estructura en forma de panal, recubierto de metales preciosos como platino, paladio y rodio. Estos metales actúan como catalizadores, acelerando las reacciones químicas necesarias para reconvertir los gases tóxicos.

Su funcionamiento provoca un proceso químico basado en el fenómeno de la oxidación-reducción. Al completarse estas reacciones en el interior del catalizador, se aporta oxígeno que descompone los principales y más peligrosos contaminantes de la combustión (hidrocarburos sin quemar, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono). Estos se transforman en nitrógeno (N2), dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua (H2O), menos dañinos para el medio ambiente.

Motor con escape y catalizador.

El convertidor catalítico debe alcanzar una temperatura de funcionamiento óptima, generalmente entre 400 y 800 grados Celsius, para que estas reacciones se lleven a cabo de manera eficiente. Esta es una de las razones por las cuales los motores modernos están diseñados para calentar rápidamente el catalizador después del arranque.

¿Qué ocurre si se quita el catalizador?

Eliminar el catalizador, una práctica conocida como ‘decatalización’, puede tener varias consecuencias negativas:

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