Los automóviles actuales son sofisticados dispositivos electrónicos. Disponen de componentes y sistemas de control que facilitan funcionalidades que hoy son comunes pero hace no demasiado resultaban impensables. Su influencia ha quedado constada con la crisis de los semiconductores que azota al sector desde hace unos meses, indispensables para que el funcionamiento, seguridad y conectividad de un coche moderno sea posible.
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Una realidad que también tiene sus riesgos, comunes a cualquier sistema informático remoto. El pirateo de vehículos es recurrente, como acaba de ocurrir con la difusión de un fallo de seguridad en la aplicación utilizada por Tesla. David Colombo, un joven alemán de 19 años, asegura a través de sus redes sociales que ha sido capaz de tener el control remoto de 25 unidades de la marca estadounidenses repartidas por 13 países.
Según Colombo, una brecha de seguridad en la aplicación de los clientes de Tesla, relacionada con la forma en la que se guardan los datos de los usuarios, le ha permitido ejecutar instrucciones remotas que iban desde abrir y cerrar las puertas o ventanas hasta iniciar la conducción sin llave, pasando por acceder al sistema multimedia, desactivar el antirrobo, encender las luces o saber si el conductor se encuentra en el vehículo.
El pirata informático ha dado a conocer su actividad para denunciar los peligros que supone este fallo, además de afirmar haberse puesto en contacto con Tesla para advertir a la compañía al respecto. La marca no se ha pronunciado por el momento sobre el asunto, aunque sí que ha iniciado algunos procesos que, teóricamente, deberían subsanar el error, como obligar a la actualización de su última versión de software para seguir utilizando las aplicaciones.
So, I now have full remote control of over 20 Tesla’s in 10 countries and there seems to be no way to find the owners and report it to them…
— David Colombo (@david_colombo_) January 10, 2022
Sin riesgo cero
Los coches modernos, como cualquier otro dispositivo electrónico o red conectados, son susceptibles de manipulación remota, en mayor o menor medida. Los expertos informáticos aseguran que el riesgo cero no existe y es algo que los usuarios deben asumir. Solo de este modo podrán estar preparados ante un posible ataque y, sobre todo, tomar las medidas oportunas para reducir el peligro.
Asumiendo una serie de precauciones, al igual que se hace con el uso de los ordenadores, es posible que el riesgo se minimice de forma significativa y así poder seguir disfrutando con tranquilidad de las numerosas y valiosas funcionalidades que la tecnología ofrece en la industria de la automoción. Esas son algunas de las medidas más eficaces:
- Mantener el software del vehículo siempre actualizado a su última versión. Además de mejorar sus prestaciones y corregir errores, estas evoluciones suelen servir para tapar los parches de seguridad detectados previamente.
- Como ocurre con cualquier otra red, es conveniente que la contraseña de acceso a la WiFi o Bluetooth del vehículo sea segura. Se debe huir de combinaciones sencillas u obvias para otros, además de evitar compartirla de forma innecesaria.
- Cuando se conecta un dispositivo USB al coche resulta imprescindible comprobar que carece de virus u otros archivos maliciosos. Antes de proceder a su instalación, hay que someterlo a la verificación de un antivirus para garantizar tal extremo.
- Lo mismo ocurre cuando se instalan programas o aplicaciones de terceros en el coche: se debe verificar que han sido desarrolladas y distribuidas por empresas de reconocida solvencia. En caso de duda, mejor prescindir de la app.
- Cuando no se utilicen, es aconsejable desconectar las redes WiFi y Bluetooth del coche, que suelen ser la puerta de entrada de los piratas informáticos al vehículo.
- La señal que emiten los mandos remotos para abrir y cerrar las puertas también puede ser accesible para los hackers, así que mejor no utilizar esta funcionalidad en un lugar que se considere poco seguro. Si eso ocurre, es mejor abrir la puerta utilizando la llave.
- La duplicación de la señal de estos mandos, por el mismo motivo, se ha convertido en una práctica recurrente. La solución más eficaz para impedirlo es llevar la llave remota en bolsas específicas diseñadas para tal fin, fabricadas en varias capas de materiales como filamentos de plata capaces de bloquear las ondas exteriores.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.