La intersección entre la industria automovilística y la aviación ha dado lugar a algunos de los desarrollos más emocionantes y avanzados en la ingeniería.
Varias marcas de coches han fabricado también motores para aviones. Este cruce de industrias ha dado lugar a algunos de los motores más avanzados y confiables en la historia de la aviación.
Marcas como Rolls-Royce, BMW, Honda, Saab o Piaggio han demostrado que la excelencia en la fabricación de vehículos terrestres puede traducirse en innovaciones significativas en el aire.
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Estas empresas no solo han contribuido a la evolución de la aviación, sino que también han establecido estándares de calidad y rendimiento en tierra y sobre cuatro ruedas que continúan inspirando a la industria aeroespacial.
Rolls-Royce: un legado de excelencia
Cuando se habla de motores de aviación, uno de los nombres más famosos y con más empaque en el mundo aeronáutico es Rolls-Royce. Fundada en 1906, esta marca británica es sinónimo de lujo y calidad en el mundo de las cuatro ruedas.
Pero su contribución a la aviación es igualmente impresionante. Durante la Primera Guerra Mundial, Rolls-Royce desarrolló el motor Eagle, que impulsó muchos de los aviones británicos.
En la Segunda Guerra Mundial, el motor Merlin de Rolls-Royce se convirtió en un componente crucial para aviones icónicos como el Spitfire y el Hurricane. Hoy en día, Rolls-Royce continúa siendo un líder en la fabricación de motores de aviación, con modelos como el Trent 1000, que impulsan miles de aviones comerciales modernos.
BMW: innovación alemana en el aire y en la tierra
Para empezar, el logo que todos los BMW llevan en el capó, simbolizan las aspas de un avión en movimiento.
Y es que la empresa comenzó fabricando motores de avión durante la Primera Guerra Mundial. El motor BMW IIIa, era conocido por su eficiencia y rendimiento a gran altitud.
Aunque BMW se centró en la producción de automóviles después de la guerra, su legado en la aviación todavía perdura. En la actualidad, la marca bávara sigue involucrada en la industria aeroespacial a través de su filial BMW Rolls-Royce, que desarrolla motores de aviación en colaboración con Rolls-Royce.
Honda: uno de los jets privados más evolucionados
Conocida por sus coches fiables y eficientes, Honda ha aplicado su enfoque innovador a la aviación con el HondaJet.
Este jet, impulsado por motores de Honda, ha sido aclamado por su eficiencia en consumo. Además, actualmente es uno de los jets privados más cómodos del mercado.
Fiat: de las carreteras Italianas hasta las nubes
Fiat, una de las marcas automotrices más antiguas de Italia, también tiene una historia significativa en la aviación.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los motores Fiat impulsaron muchos de los aviones de la Fuerza Aérea Italiana. Y es que en las primeras décadas del siglo XX, la marca italiana fabricó motores aeronáuticos que se utilizaron en varios aviones militares y civiles.
Pero en las últimas décadas Fiat se ha centrado en la producción de automóviles.
Mitsubishi, temido en la segunda guerra mundial
El ágil Mitsubishi A6M Zero, fue un avión caza mucho más veloz y ágil que los del enemigo, a costa de mermar su blindaje y todo lo que pudiera elevar su peso a costa, claro está, de la seguridad del piloto.
Con el Zero, la fuerza aérea de la Armada Imperial Japonesa produjo el histórico ataque a la base americana de Pearl Harbour, que dio lugar al lanzamiento de dos bombas atómicas por parte de Estados Unidos en las ciudades de Nagasaki e Hiroshima, con el resultado de miles de muertes y la rendición incondicional de Japón.
Con este mismo avión efectuaban la técnica de ataque suicida conocida como ‘kamikaze’ en la que cada Zero dañado al ser atacado, terminaba impactando contra sus propios atacantes.
Hoy en día ha unido fuerzas con otra gran marca japonesa: Toyota, para el desarrollo del Mitsubishi Regional Jet MRJ90, hoy renombrado a Mitsubishi SpaceJet M90, un avión comercial de ámbito regional.
Saab, calidad y diseño suecos
Destaca actualmente con el avión civil Saab 340 y su hermano mayor el Saab 2000 de 50 pasajeros, uno de los turbohélices más veloces del mundo con una velocidad máxima de más de 600 Km/h.
En su campo de especialidad militar destaca en la actualidad la serie Gripen, un caza polivalente moderno con propiedades de caza furtivo con poca huella radar y térmica gracias al uso de materiales compuestos en su fuselaje, pudiéndose comparar a otros cazas de quinta generación aunque con un coste mucho menor.
Muchos cuadros de instrumentos de sus antiguos vehículos tenían un diseño procedente de los Saab Gripen y de otro caza, el Saab 37 Viggen. De hecho, hubo un ‘Saab 9-3 Viggen 2.3 T’ con una velocidad máxima de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos.
Piaggio, comenzó en la aviación
Rinaldo Piaggio funda la empresa que luego sería Piaggio Aviation nada menos que en 1884 lo cual la convierte en una de las compañías aeronáuticas más antiguas del mundo, y aunque la división que fabrica las icónicas scooters Vespa y diversos vehículos recreacionales se encuentra totalmente apartada de ella, resulta inevitable asociarlos a ambos gracias al afamado nombre italiano, que después de todo comparten el mismo fundador.
Durante la Segunda Guerra Mundial fabricó aviones militares de los que destaca el Piaggio P.108, un bombardero de cuatro motores y gran capacidad.
Hoy cuenta con todo un icono dentro de la aviación ejecutiva por su exotismo: el Piaggio P.180 Avanti, un biturbohélice con propulsores en cola, estabilizadores horizontales en nariz y las alas por detrás del centro del fuselaje que, por cierto, tiene forma de bala. Todo esto le confieren un aspecto único dentro del mundo aeronáutico.
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