En el camino hacia una conducción completamente autónoma que no termina de llegar, se está llevando a cabo un desarrollo tecnológico que se concreta en avances cada vez más novedoso en lo que a asistentes de conducción se refiere. BMW está dando forma al que será el primer coche del mundo que cambia de carril usando únicamente los ojos, el BMW i5.
El nuevo integrante de la familia eléctrica de la marca alemana está ultimando su desarrollo antes de comenzar su producción en verano y de lanzarse al mercado en octubre, pero la firma ha desvelado la que será una de sus características más avanzadas.
Por el momento en EE. UU., Canadá y Alemania, el nuevo BMW Serie 5 está disponible con el Highway Assistant, que opera a velocidades de hasta 130 km/h y se encarga del control de la distancia y de las entradas de dirección necesarias para el control del carril. Su relevo, la octava generación que tendrá la mencionada versión 100% eléctrica, irá un paso más allá.
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La cámara interior, que hasta ahora se utilizaba para monitorizar el nivel de alerta del conductor, ahora se empleará para una nueva función: el cambio automático de controlado mediante la activación ocular.
BMW describe el proceso de la siguiente manera: “Al mirar por el retrovisor exterior, el automóvil debe iniciar el proceso de cambio de carril y realizar los movimientos de dirección y los ajustes de velocidad necesarios a velocidades de hasta 130 km/h, una vez que el conductor haya confirmado que quiere hacerlo y la situación del tráfico lo permita”.
Eso sí, no será la única manera de llevar a cabo el cambio automático de carril, pues seguirá existiendo la alternativa de emplear el intermitente para que el coche lleve a cabo la maniobra.
Las otras tecnologías del BMW i5
La marca alemana todavía se guarda muchos detalles, pero ha comunicado algunos datos sobre la berlina eléctrica.
Así, ha confirmado que, de lanzamiento, su gama estará formada por dos versiones, el BMW i5 eDrive40 de acceso, del que anuncia un consumo de energía de 19,7- 16,0 kWh/100 km; y el BMW i5 M60 xDrive, que tendrá un mayor rendimiento y consumo, con 21,2 -17,9 kWh/100 km.
El superior tendrá de serie con la suspensión Adaptive Suspension Professional con amortiguadores controlados electrónicamente, que será opcional para el base. Además, el sistema se complementa con el sistema Vertical Dynamics Management, que tiene en cuenta multitud de variables (velocidades de las ruedas, ángulo de dirección, aceleración, etc.) para seleccionar las fuerzas de amortiguación ideales.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.