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La movilidad del futuro ya contempla vehículos aéreos que pueden volar por encima de las congestionadas vías de comunicación terrestres. La mayoría de los prototipos que se encuentran ya en un estado avanzado de desarrollo son del tipo eVTOL, unos aerotaxis eléctricos de pasajeros que pueden despegar y aterrizar en vertical.
Pero en este caso, el coche volador es diferente porque sobre el asfalto puede desplazarse como cualquier otro turismo y, cuando lo requiera su conductor, se convierte en un vehículo aéreo que también puede volar y desplazarse de forma parecida a la de un helicóptero.
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Por qué este coche volador es tan diferente a los que se han visto hasta ahora De concepción revolucionaria, el Model A ha conseguido además un hito histórico porque es el primero entre los de su clase en conseguir el permiso de vuelo por parte de la exigente Federal Aviation Administration (FAA).
Permiso restringido
Este certificado ha sido emitido por la máxima autoridad aérea de EE UU después de una exhaustiva evaluación de las capacidades y la seguridad en vuelo del vehículo. Sin embargo, es un permiso restringido y que limita por el momento su uso a pruebas experimentales a partir de 2025.
El Model A está desarrollado por la compañía Alef Aeronautics y su principal objetivo es permitir desplazamientos más rápidos, silenciosos y seguros, que alivien la congestión del tráfico en las áreas urbanas.
Se trata por ahora del único vehículo volador que puede conducirse como un coche normal. Su mecánica es 100% eléctrica y las baterías le otorgan una autonomía terrestre de 320 kilómetros y, una vez en vuelo, ofrece un radio de acción de 177 kilómetros.
Paracaídas integrado
La cabina de mando dispone de un mecanismo cardánico que gira adaptándose a la posición de vuelo y las hélices se esconden bajo la carrocería, para ahorrar espacio, amortiguar el sonido y aportar mayor seguridad en las operaciones de vuelo, despegue o aterrizaje.
Una seguridad que está además reforzada porque todos los sistemas principales se encuentran triplicados u octuplicados para evitar fallos, además de funcionar controlados mediante un chequeo constante en tiempo real que revisa más de mil puntos y por la existencia de un paracaídas automático integrado que se despliega en caso de pérdida de sustentación del vehículo.
Antes de su llegada al mercado, el Model A ya ha recibido 440 reservas, a pesar de su precio final de 300.000 dólares (274.000 euros). Y, para 2035, Alef Aeronautics ya anuncia el lanzamiento de un segundo modelo, el Model Z, más grande, con capacidad para cuatro personas y con autonomías de 645 kilómetros por tierra y 320 volando.
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