La implantación de la tecnología de conducción autónoma en el mundo real es algo complejo, tanto desde el punto de vista técnico como, sobre todo, desde la perspectiva legal, pues hay que establecer una legislación que clarifique de quién será la responsabilidad cuando ocurran accidentes.
Algunos países ya han avanzado al respecto, como Alemania o Estados Unidos, donde ya pueden rodar los coches autónomos de nivel 3, pero las vías para hacerlo son muy diversas.
Japón, por ejemplo, acaba de anunciar que en 2024 tendrá el primer carril exclusivo para el uso de vehículos autónomos.
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El país asiático lo implantará en la autopista que une Tokio y Nagoya, concretamente un tramo de 100 kilómetros entre Numazu y Hamamatsu. Este es bastante recto y cuenta con tres carriles para cada sentido, lo que hace que se considere una buena zona para que operen vehículos autónomos.
En primera instancia, la idea es que este nuevo carril lo utilicen únicamente los camiones autónomos con al menos un nivel 4 de autonomía, para agilizar el transporte pesado por carretera, pero todavía no se ha decidido si en él podrán entrar los vehículos convencionales.
El proyecto todavía está en desarrollo y quedan muchos detalles por concretar, pero ya se ha anunciado que habrá que realizar una importante inversión para dotar al tramo de tecnología 5G. Esta permitirá la comunicación entre los vehículos y la infraestructura para monitorizar el tráfico.
Los niveles de conducción autónoma
La tecnología de conducción automatizada se estructura en cinco niveles, cada uno con unas características específicas:
- Nivel 0: el conductor está a cargo de todas las funciones del vehículo.
- Nivel 1: el conductor cuenta con asistentes de conducción que actúan de manera constante.
- Nivel 2: el coche puede llevar a cabo tareas complejas por sí mismo en circunstancias concretas, como por ejemplo el asistente de conducción en autopista.
- Nivel 3: el coche puede operar por cuenta propia, pero el conductor tiene que estar atento para tomar el control si sucede algún imprevisto.
- Nivel 4: el coche ya es completamente autónomo y no hace falta la intervención del conductor para nada, pero sólo en áreas muy limitadas.
- Nivel 5: el coche se encarga de todo y los usuarios son meros pasajeros que no interceden para nada.
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