La válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation o recirculación de gases de escape) es un componente muy importante en los motores de los coches modernos, tanto diésel como gasolina.
Su función principal es reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), nocivos para el medio ambiente y la salud humana.
Para ello, recircula una parte de los gases de escape de vuelta al sistema de admisión del motor. Al reintroducir estos gases, que ya han sido quemados, se reduce la temperatura de combustión en los cilindros. Esto, a su vez, disminuye la formación de NOx, que se produce a altas temperaturas.
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¿Cuándo se abre o se cierra?
Dependiendo del diseño del motor, la válvula EGR puede controlarse de forma electrónica o mediante vacío. Y su apertura o cierre depende de las condiciones de funcionamiento del motor, como la velocidad, la carga y la temperatura del motor.
Al arrancar en frío o a plena carga (exigir máxima aceleración, al adelantar, por ejemplo), la válvula EGR normalmente está cerrada para maximizar el rendimiento del motor.
Pero en condiciones normales de funcionamiento, la válvula se abre y permite que algunos gases de escape regresen al colector de admisión.
Fallos que puede tener la válvula EGR
- Obstrucción: puede deberse a la acumulación de los depósitos de carbón y hollín en la válvula, que pueden hacer que se atasque y se quede permanentemente abierta o, al contrario, que no cierre completamente.
- Error del mecanismo de control: las válvulas electrónicas EGR pueden fallar debido a problemas eléctricos o que el propio sensor que controla su posición se estropee.
- Fuga de vacío: para las válvulas EGR controladas por vacío, cualquier fuga en el cableado estanco hará que la válvula ya no funcione correctamente.
¿Cómo saber si la válvula EGR está fallando?
Hay varios síntomas que indican un problema:
- El principal es que se ilumina una luz de avería del motor: advierte del mal funcionamiento de algún elemento, que puede ser la válvula EGR. Para saber si se trata de un fallo en este sistema, se debería enchufar el coche a un escáner OBD en un taller especializado que revelará qué indica esa luz de advertencia en concreto.
- Pérdida de potencia del motor: si la válvula EGR comienza a fallar, se puede notar una pérdida de potencia repentina, dificultad para arrancar el motor, ralentí no estable y, posiblemente, un mayor consumo de combustible.
- Humo negro: si hay demasiados gases de escape sin quemar debido a una válvula atascada, puede comenzar a salir humo negro del tubo de escape.
Evidentemente, si no se repara la válvula EGR cuando se detecta una posible avería, los daños provocados en el motor pueden ser muy graves. Además, el aumento de emisiones nocivas será detectado en la ITV si toca pasar esta inspección, y lo más probable es que no la pase.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.