La conducción autónoma avanza de manera inexorable, pero trae consigo más interrogantes de los que en principio podría parecer. El primero es el técnico, en el que las marcas llevan mucho tiempo trabajando; el segundo, el de la confianza, ya que hay que hacer que los individuos aprendan a fiarse de la tecnología. Y a todo esto hay que sumar el de la seguridad.
Aunque es algo que se solventará cuando los coches sean totalmente autónomos, hay que pensar en qué nuevos sistemas deberán incorporar, ya que la situación es diferente a la de un coche convencional. Toyota ha llevado a cabo un estudio centrándose en qué ocurrirá con los pasajeros (incluido el conductor) en caso de accidente, ya que probablemente estarán ocupados en actividades que a día de hoy no realizan (ver a televisión, utilizar Internet, dormir, etcétera) y, además, no estarán tan pendientes de la carretera.
Más información
Para conseguir datos concluyentes, la marca japonesa ha analizado el comportamiento de 87 voluntarios de entre 18 y 65 años y con todo tipo de masa corporal en pruebas que ha realizado durante 2016 y 2017 en un circuito de pruebas. Los pasajeros se montaban en un coche, todavía conducido por un humano, bajo la excusa de ser un estudio de confort de circulación. Una vez relajados, el conductor realizaba maniobras agresivas (cambios de carril bruscos, frenadas a fondo…) para comprobar sus reacciones.
Los resultados no pudieron ser más variados, ya que los individuos reaccionaron de las maneras más diversas: algunos dejaron que el cinturón de seguridad hiciese su trabajo, otros se agarraron rápidamente a lo que pudieron, unos cuantos salían desplazados hacia un lado…
«Hasta ahora todo el mundo asumía que sabíamos o podíamos predecir dónde iba a estar [el individuo], pero encontramos una variación bastante profunda», explica Jason Hallman, principal ingeniero del estudio. Por eso las marcas tienen que plantear nuevos sistemas de ayuda y seguridad que protejan a sus pasajeros. «No podemos desarrollar ninguna nueva tecnología o diseño sin saber de una manera concluyente qué deberíamos estar diseñando”, añade el propio Hallman.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.