Un coche boca arriba. Esta es la insólita imagen con la que se encontraron los vecinos de Bargas, un municipio de Toledo. La causa no fue ningún accidente: fue una discusión entre un par de vecinos de la citada localidad.
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Tal y como informa SER Toledo, que cita a fuentes de la Guardia Civil, la secuencia de los hechos fue la siguiente: la propietaria de un vehículo aparcó en la entrada de un garaje, una maniobra que cerraba el paso a los coches que estaban dentro.
Cuando el conductor de uno de ellos quiso salir, no pudo y comenzó la discusión entre ambos. Como la dueña no retiró el vehículo de inmediato, el afectado salió del garaje con un tractor agrícola: con él movió el coche que le molestaba hasta hacerlo volcar.
Una patrulla de la Guardia Civil se personó en el lugar de los hechos para identificar a los protagonistas, pero no fueron detenidos. Lo que sí han confirmado es que la propietaria del coche que aparcó en la puerta del garaje interpondrá una denuncia por los daños que sufrió su vehículo.
Un garaje sin placa de vado
La clave de todo reside en que el garaje en cuestión no tenía placa de vado. Según la normativa, aunque carezca de la citada señal (R-308), tampoco será posible aparcar en el hueco que deja su puerta. La multa por ello es de 200 euros (100 si se acoge al pronto pago) sin pérdida de puntos en el carnet de conducir.
Está prohibido porque, al hacerlo, el vehículo en cuestión está obstaculizando la circulación de los coches que tengan que entrar y salir de ese aparcamiento. Así lo establece el artículo 91.1 del Reglamento General de Circulación (RGC).
En él figura que “la parada y el estacionamiento deberán efectuarse de tal manera que el vehículo no obstaculice la circulación ni constituya un riesgo para el resto de los usuarios de la vía”. Y añade: “Cuidando especialmente la colocación del vehículo y evitar que pueda ponerse en movimiento en ausencia del conductor”.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.
