Un grupo de amigos protagonizó una curiosa coincidencia (o no) mientras viajaban en coche. Durante el trayecto, pusieron una canción que se sincronizó de forma sorprendente con el semáforo en el que se detuvieron. Justo cuando la luz cambió a rojo, la letra mencionó red light, y al volver a verde, dijo green light.
La sincronización no solo coincidió con las palabras, sino también con el momento más intenso de la canción, lo que hizo que pareciera preparado. Cuando la música explotó justo al cambiar el semáforo a verde, los jóvenes gritaron de emoción.
Uno de ellos grabó la escena y la compartió en redes sociales, donde rápidamente se llenó de comentarios y reacciones. Este momento épico demuestra cómo una coincidencia inesperada puede convertir un instante cotidiano en algo memorable.
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Si viene una ambulancia por detrás… ¿te puedes saltar el semáforo para dejarle paso?