Para conducir, es imprescindible contar con la documentación en regla y las pegatinas obligatorias en el parabrisas. De lo contrario, se considera una infracción grave que puede implicar sanciones económicas importantes e incluso prisión.
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La Policía del Estado de Nueva York (Estados Unidos) se encontró con un caso así. Mientras un agente realizaba un control rutinario a un vehículo con la matrícula cambiada, descubrió algo peor: las pegatinas de Inspección y registro del vehículo estaban pintadas a mano.
El agente examinó con detenimiento ambos adhesivos y descubrió que el conductor había utilizado rotuladores y pintura para dibujarlos sobre dos trozos de papel. Además de la irregularidad de los trazos hechos a mano, las pegatinas presentaban errores tipográficos y palabras casi ilegibles.
Tal y como informó la Policía en su cuenta de Facebook, el conductor, que actuaba con total confianza, recibió numerosas multas y su vehículo fue retirado de la carretera. Lo que no sabía al llevar a cabo esta ‘manualidad’ es que falsificar un documento puede conllevar penas de cárcel.
También en España: pegatina de la ITV casera
Si bien esto ha sucedido a muchos kilómetros de España, tampoco es una realidad tan alejada. De hecho, a otro conductor también le pareció buena idea falsificar la pegatina de la ITV haciendo manualidades: su trabajo fue tan pobre que, evidentemente, no pasó desapercibido.
Este adhesivo es un documento oficial y hay que tener presente que cualquier manipulación es un delito de falsedad documental, que puede conllevar multas de entre 6.000 y 12.000 euros y penas de cárcel de tres y seis meses.
Por otro lado, es obligatorio llevar la pegatina de la ITV en la esquina superior derecha del parabrisas delantero: no hacerlo puede ser motivo de una sanción, cuyo importe económico oscila entre 80 y 100 euros sin pérdida de puntos.
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La comunicación y la escritura han estado presentes en su vida desde que era muy pequeña. Por ello, se lanzó a estudiar periodismo y comunicación audiovisual en la URJC, dando sus primeros pasos en la revista Cuore. Ahora, en Prisa Motor, combina dos de sus pasiones: la edición de vídeos y los coches.
