Incluso las marcas de coches de lujo tienen niveles y niveles, y, dentro de sus modelos, algunos son prácticamente inaccesibles en comparación con otros. Si hablamos de Aston Martin, el DBR22 posiblemente sea uno de los más exclusivos, pues ni siquiera se había anunciado su llegada a producción, pero se ha visto al tenista Stéfanos Tsitsipás con un ejemplar yendo de compras.
El superdeportivo fue presentado en 2022 como un prototipo, un modelo a priori creado únicamente como homenaje a la década de su división de personalización de vehículos, denominada Aston Martin Q.
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Es cierto que era un modelo completamente preparado para salir a la calle, pero en ningún momento la marca británica hizo mención a su posible llegada a producción, ni número de ejemplares, ni precio, nada. Sin embargo, posteriormente y aunque no se haya anunciado, parece que ha fabricado ejemplares que ya están rodando por la calle.
Es de presuponer que el vehículo, de la misma manera que mantiene el peculiar diseño tipo ‘barchetta’ que prescinde hasta del parabrisas, mantenga intacto el apartado mecánico con el que fue presentado como concept.
En ese caso, hablamos de un automóvil que monta un motor 5.2 V12 biturbo que entregauna potencia de 715 CV y 753 Nm de par máximo, combinado con una caja de cambios automática de ocho velocidades. Como resultado, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 319 km/h.
Aunque la publicación de Instagram señale que su precio es de 2,2 millones, no es información fiable ya que Aston Martin no ha hecho públicas las tarifas del modelo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.