“Si tomaste alcohol, la próxima invita” o “Andá despacio que no sos Colapinto” fueron algunos de los mensajes atípicos y polémicos que sorprendieron a los conductores en una carretera de Buenos Aires (Argentina).
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Todo tiene una explicación: no fue un error ni un descuido, sino una acción completamente consciente. Un hombre alteró los mensajes de los paneles luminosos que normalmente advierten a los conductores tras ser despedido. Su venganza no tardó en llegar.
Estos mensajes, lejos de tener críticas por el posible riesgo que pueda suponer leerlos, han resultado todo un éxito entre los usuarios. Muchos afirman que contribuyen a concienciar a los conductores, les sacan una sonrisa y transmiten frases más realistas que las que se leen habitualmente.
¿Para qué sirven realmente estos paneles?
Los paneles luminosos en las carreteras son herramientas esenciales para la seguridad vial y la gestión del tráfico. Su función principal es informar a los conductores en tiempo real sobre incidencias como atascos, accidentes, obras o desvíos, además de alertar sobre condiciones meteorológicas adversas.
También permiten comunicar límites de velocidad variables, restricciones temporales y mensajes preventivos que fomentan la conducción responsable. Gracias a esta información dinámica, se mejora la fluidez del tráfico y se reducen riesgos, convirtiéndose en un elemento clave para una movilidad más segura y eficiente.
Hace dos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) hizo su propio ensayo oficial con mensajes personalizados, en los que se dirigía a los conductores por su nombre y les pedía que se pusieran el cinturón de seguridad.
Radares en carteles electrónicos
En España, todos estos carteles electrónicos tienen una ubicación estratégica y su forma es idónea para ser el soporte de algunos radares de pórtico: pueden estar en la parte delantera o detrás de la pantalla. Al contar con una considerable altura, ofrece a los dispositivos una vista privilegiada para controlar todos los carriles de la calzada.
De esta manera, algunos paneles informan al conductor y, al mismo tiempo, vigilan infracciones como los excesos de velocidad, el uso del móvil al volante y la ausencia del cinturón de seguridad. También comprueban si los vehículos tienen la ITV o el seguro en vigor.
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La comunicación y la escritura han estado presentes en su vida desde que era muy pequeña. Por ello, se lanzó a estudiar periodismo y comunicación audiovisual en la URJC, dando sus primeros pasos en la revista Cuore. Ahora, en Prisa Motor, combina dos de sus pasiones: la edición de vídeos y los coches.