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El Grupo Volkswagen cuenta en sus marcas con versiones movidas por Gas Natural Comprimido (GNC), un tipo de combustible que emite menos óxido de nitrógeno (NOx) y consume menos que la gasolina. Y el último modelo en incorporar una mecánica de este tipo es el Skoda Octavia, cuya variante G-TEC ya está a la venta desde 29.390 euros (30.090 euros si se trata de la carrocería familiar Combi).
La berlina emplea el motor de gasolina 1.5 TSI de 131 CV, pero puede operar tanto con este combustible (que se almacena en un pequeño depósito de nueve litros) como con el GNC, que se reparte en tres tanques situados en la parte inferior de la zaga y que suman una capacidad total de 17,33 kilos.
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El Skoda Octavia contraataca a los SUV La gasolina permite recorrer hasta 190 kilómetros y con ella el modelo homologa un consumo de 4,6 l/100 km. En realidad, la gasolina ofrece la autonomía necesaria para cuando se acaba el GNC y llegar así a una estación donde reponerlo. Funcionando con gas, el Skoda Octavia G-TEC es un modelo más eficiente, ya que gasta entre 3,4 y 3,6 l/100 km (tiene una autonomía de 500 kilómetros) y sus emisiones de NOx son un 25% inferiores.
La pega es que el añadido de los depósitos de GNC afecta negativamente a la capacidad del maletero, que baja de 600 a 455 litros en la carrocería berlina y de 640 a 495 litros en la Combi.
El Skoda Octavia de gas natural solo se puede adquirir con el acabado Ambition. De serie cuenta con faros LED, llantas de 16 pulgadas, cuadro de instrumentos digital, climatizador, cámara trasera, tapicería de tela, sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas, etc.
El mayor obstáculo para una versión de este tipo es que las gasineras no abundan. La red se está ampliando de manera progresiva, pero el número de estaciones de servicio que ofrecen GNC no llega al centenar.
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