En su nuevo plan contra el tabaquismo, el Ministerio de Sanidad quiere los vehículos particulares libres de humo. El borrador de este programa incluye otras propuestas como el empaquetado genérico de las cajetillas de tabaco, sin presencia de la marca, o las restricciones a los cigarrillos electrónicos, pero una de las más ambiciosas es que se prohíba fumar en el coche.
La subida de impuestos al tabaco es otra de las medidas clave del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, así como aumentar los lugares al aire libre donde esté limitado el consumo de cigarrillos.
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La Dirección General de Tráfico no se mete en el fondo de este asunto, porque no es de su competencia, pero “apoya cualquier medida que contribuya no solo a la salud, sino también a mejorar la seguridad vial”, ya que esta hipotética prohibición “evitaría distracciones”, según fuentes de Tráfico. En sus redes sociales, la DGT recuerda a menudo que fumar en el coche es una causa habitual de despiste.
De cualquier modo, el documento de trabajo que recomienda la prohibición de fumar en el coche es un borrador que necesitará el consenso de las administraciones y pasará por enmiendas y añadidos, pero no es la primera vez que se trata este asunto.
Fumar en el coche: la postura de la DGT
Hace tiempo que los coches nuevos no incluyen de serie encendedor ni cenicero, y su integración en el habitáculo debe solicitarse expresamente y pagarse como un extra opcional. Es más: el 54% de los ciudadanos defiende que se prohíba fumar en el coche, según una encuesta de 2019 de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Si la prohibición queda condicionada por la presencia de niños en el coche, el apoyo llega al 70%, con datos de 2021.
Y hace tiempo que la DGT desliza la idea de que fumar en el coche puede ser tan peligroso como cualquier otra distracción, como manipular el navegador (que sí se prohíbe expresamente) o buscar una emisora en la radio. Encender un cigarrillo supone una media de cuatro segundos, calcula la DGT: a una velocidad de 100 km/h, en ese tiempo se recorren 113 metros.
La normativa de tráfico no castiga el consumo de tabaco a bordo, pero el artículo 18 del código de circulación ofrece el argumento para imponer una sanción: “El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción”. En una campaña específica de 2019 contra las distracciones, de la que Tráfico ofreció datos disgregados, los agentes multaron a seis automovilistas por despistes relacionados con el tabaquismo. Durante una semana, se controlaron 342.000 vehículos y se impusieron 5.749 denuncias.
Tirar colillas: seis puntos del carnet
En relación con el tabaco, la normativa de circulación castiga con una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir, por infracción grave, a quien arroje colillas desde su vehículo. La sanción, sin embargo, será más dura cuando entre en vigor la nueva ley de tráfico, aprobada ya por el Congreso. El nuevo texto considera ahora infracción muy grave (500 euros de multa) “arrojar a la vía o sus inmediaciones objetos que puedan producir incendios o accidentes”, y castiga la acción con la retirada de seis puntos.
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