Con un parque de coches eléctricos en constante crecimiento y, sobre todo, con modelos compatibles con potencias de carga superiores, se hacen necesarias nuevas soluciones de recarga para este tipo de vehículos. L-Charge, la propuesta de una start-up rusa, apuesta por llevar la electricidad allá donde sea necesaria.
Su premisa es la de transformar un camión en un supercargador eléctrico móvil, que se encuentre circulando por las calles de la ciudad (con la aplicación de la empresa se puede localizar su posición) para que los vehículos de cero emisiones que lo necesiten puedan lozalizarlo y recargar sus baterías.
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Hasta este punto la propuesta no es completamente innovadora, puesto que ya hay otras compañías que han creado puestos de carga móviles, pero el punto diferenciador de L-Charge es la potencia a la que opera: entre 150 y 1.000 kW, siendo compatible con los coches que pueden soportar sistemas de carga ultrarrápida y acortando notablemente los tiempos de espera.
La empresa apunta que es capaz de cargar la batería de un coche hasta el 80% entre cinco y siete minutos, además de señalar que de manera diaria puede llevar a cabo el proceso hasta para 48 vehículos, puesto que genera 1.440 kWh por jornada.
Fuente de energía
Ahora bien, ¿cómo genera esta electricidad? Dado que el camión no está conectado a la red eléctrica, tiene que utilizar depósitos de gas natural licuado (GNL) o hidrógeno para producirla, lo que hace que el proceso no sea completamente libre de emisiones, aunque desde L-Charge apuntan a que es tres veces inferior a lo que produce una mecánica diésel.
Otro punto en principio negativo es su precio de uso, ya que el coste por kilovatio hora consumido es de 0,80 céntimos de euro, una tarifa que es más o menos el doble que en otras operadoras. A pesar de ello, la facilidad de acceso al ser móvil está reclamando la atención de los usuarios y es que en Moscú, donde tienen el único camión operativo, reciben seis solicitudes diarias (el parque de eléctricos no supera el millar en la ciudad).
La compañía tiene previsto ampliar su red, apuntando a ciudades como Londres como próximos destinos. Además, han estado presentes tanto en Barcelona como en Madrid para darse a conocer.
L-Charge también tiene planeado crear estaciones de carga estacionarias que, al estar conectadas a la red, generan una energía diaria de hasta 7.200 kWh, pudiendo recargar al día hasta 288 coches.
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