En numerosas ocasiones, la ciencia y el azar se dan la mano para acertar con soluciones inesperadas. Por ejemplo, le ocurrió al médico Alexander Fleming cuando en 1928 descubrió la penicilina, que desde entonces ha salvado millones de vidas. O, más recientemente, cuando en 1945 el ingeniero de radares Percy Spencer inventó el microondas, un electrodoméstico que con el tiempo se ha hecho imprescindible en cualquier cocina.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), ha consumado también por casualidad un importante descubrimiento científico. La clave surgió mientras realizaban sus investigaciones sobre las reacciones de reducción-oxidación de un material a base de níquel, cuando un corte de luz fortuito les abrió un nuevo camino para la obtención del hidrógeno por descomposición del agua.
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Un equipo dirigido por los científicos Xue Jun Min, Wang Xiaopeng y Vincent Lee Wee Siang lleva a cabo sus investigaciones en el Departamento de Ciencia e Ingeniería de los Materiales de la Facultad de Diseño e Ingeniería de la NUS. Habitualmente, las instalaciones permanecen iluminadas las 24 horas del día, pero una noche de 2019 el laboratorio sufrió un apagón provocado por un corte accidental del suministro eléctrico.
Un proceso más rápido y que ahorra energía
Al día siguiente, los investigadores se dieron de cuenta que, en la oscuridad, la actividad química de un material en concreto a base de oxihidróxido de níquel había bajado de forma drástica. Un hecho sorprendente, puesto que la ciencia pensaba que ese tipo de reacciones no eran sensibles a la luz.
Ahora, el equipo de la NUS ha demostrado que la reacción electrocatalítica entre el metal y el oxígeno se acelera en presencia de la luz. Este hecho puede mejorar sustancialmente la eficacia del proceso industrial en la electrolisis del agua para obtener el hidrógeno que servirá como combustible ecológico.
El hallazgo del equipo científico acaba de ser publicado en la revista Nature y presagia nuevos métodos industriales que en presencia de luz natural obtengan hidrógeno de una forma más rápida, abundante y ahorrando energía, para así llegar más fácilmente a las personas y las industrias.
El hidrógeno ya se contempla como el combustible del futuro, ya que es limpio y no produce emisiones dañinas para el medio ambiente. Además, no solo sirve como energía alternativa a las fósiles para los vehículos de todo tipo.
También tiene otros usos muy diversos como por ejemplo en las industrias alimentarias para la obtención de grasas saturadas (margarina y mantequilla) o también en el sector metalúrgico, donde se utiliza para soldar piezas a muy elevadas temperaturas.
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