Un conductor puede ahorrar cuando va a la gasolinera si conoce algunos trucos y tiene herramientas que le echen una mano: así es posible saber dónde están los surtidores más baratos o cómo realizar una conducción eficiente. Un conductor puede, también, estirar el depósito del coche para que quepan varios litros más con este par de trucos.
El depósito de un vehículo tiene una capacidad fija. Entonces, ¿cómo se puede ampliar ese número de litros? Gracias a la zona de expansión de gases: todos los coches la tienen y si se vacía al repostar, es posible ganar un extra. Hay dos trucos para conseguirlo.
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El famoso botón para sacar los gases
Al repostar, es habitual escuchar un clac cuanto el depósito está terminado de llenarse. Esto ocurre porque, cuando el nivel de combustible llega a la punta de la manguera, el aire no puede entrar y el surtidor deja de bombear el diésel o la gasolina.
Vaciar la zona de expansión de gases es posible con un botón o válvula que sólo algunos modelos tienen junto a la boca de entrada del depósito. Normalmente, está ubicado en un lateral: es posible encontrarlo en algunas unidades de Citroën o del Grupo Volkswagen.
Para activarlo hay que apretar la válvula con la boquilla de la manguera para que los gases salgan al exterior. En algunas gasolineras, hay trabajadores que, incluso, preguntan a los clientes si quieren que los extraigan al llenar el depósito.
Con este gesto es posible estirar su capacidad. ¿Cuánto? La horquilla oscila entre los ocho y los 15 litros, pero lo cierto es que depende de cada modelo. Sin embargo, esta práctica no es aconsejable cuando las temperaturas son elevadas o cuando el vehículo va a realizar trayectos cortos.
Llenar el depósito despacio
La forma de echar gasolina o diésel también influye en cómo se aprovecha la capacidad del depósito. Cuando entra el combustible, se produce una espuma que impide la entrada de más litros: su presencia activa el mecanismo de seguridad de la manguera interrumpiendo el suministro.
La acumulación de estas burbujas en el tubo de entrada y en el depósito forma bolsas de gases que tienen como inconveniente retrasar el repostaje e impedir que se pueda apurar toda la capacidad disponible. Esto ocurre, sobre todo, en los coches diésel porque es más denso que la gasolina y la espuma se forma con mayor facilidad.
Esto se puede evitar controlando la velocidad de llenado del boquerel del surtidor. ¿Cómo? Presionando con mayor o menor fuerza la maneta para regular el paso del combustible. Cuando el depósito está casi vacío, es mejor apretar al máximo para llenarlo rápidamente.
No obstante, a medida que el nivel de gasolina o diésel se acerca al máximo, hay que reducir la velocidad del repostaje. Así es como se evita que, por la presión, se forme espuma que impide el llenado completo del depósito.
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