Tras los malos meses por culpa de la pandemia, los talleres mecánicos recuperaron el pulso en 2022. Cerraron el año con un incremento en su facturación del 6,7%, en comparación con el ejercicio anterior, llegando a los 13.100 millones de euros. Quienes más están creciendo son los sectores de mecánica rápida y electromecánica, mientras que la especialidad de carrocería es la que está experimentando una mayor caída.
En España hay unos 42.000 talleres que dan servicio a los más de 22 millones de turismos del parque automovilístico. Un vehículo pasa por el taller durante su ciclo completo de vida (hasta 22 años) un mínimo de 35 veces. Como promedio, cada coche visita el taller casi dos veces al año.
Los consumidores, por su parte, cada vez investigan más a la hora de escoger un taller. Según los datos que maneja el sector, el servicio recibido es la cuestión que más importa a los usuarios. Le siguen las valoraciones sobre el precio. Al final, las tarifas va a marcar la elección de un taller respecto a otros. Por eso, cada vez más consumidores se decantan por talleres multimarca frente a los oficiales.
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Por eso es fundamental conocer si un taller está montado de manera ilegal antes de dejar el coche, movido por el precio más económico en las reparaciones.
Talleres ilegales
Como se ha comentado, en España existen casi 42.000 talleres legales de reparación. Esta cifra arroja una media de un taller por cada 1.279 habitantes. Por su parte, los talleres ilegales, pese a no haber cifras oficiales, estarían rondando el 20% según la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA).
Para ellos, un taller ilegal es un modelo de negocio fraudulento a través del cual locales sin licencia ofrecen servicios de reparación. Estos negocios no poseen permisos reglamentarios, acceso a la información técnica de los vehículos ni ninguna de las licencias y autorizaciones que marca la legislación vigente. Tampoco cumplen las normativas en materia de seguridad laboral o gestión medioambiental de los residuos y no emiten factura por sus servicios.
La propia CETRAA indica que estos negocios ilegales se han agravado por la crisis económica, que ha llevado a muchos consumidores a acudir a estos talleres fraudulentos, atraídos por sus precios más bajos, sin ser plenamente conscientes de las consecuencias. Ya que estos talleres representan un grave problema a nivel nacional para la seguridad vial, la economía y el medioambiente.
¿Cómo detectar un taller ilegal?
A simple vista un taller ilegal no se diferencia especialmente de uno legal, por eso es importante detectar con anterioridad —antes dejar el coche en sus dependencias— esta serie de evidencias que aportan dese CETRAA:
- Los talleres ilegales no tienen la placa identificativa concedida por la Consejería de Industria y que es obligatorio exponer a la entrada del establecimiento.
- El cliente de un taller ilegal nunca recibirá un presupuesto por escrito ni una factura que garantice los trabajos realizados en su vehículo.
- Aunque el taller tenga unas instalaciones que parezcan reglamentarias, la carencia de carteles informativos concernientes a los precios de la mano de obra, horarios, derechos de los usuarios y otros documentos legales, es por sí solo un indicativo bastante fiable de que se encuentra ante un taller ilegal.
- Los talleres ilegales suelen ser locales donde se trabaja a puerta cerrada. Pueden llegar a estar ubicados en garajes de chalets y domicilios particulares, cuando no efectúan las reparaciones en la calle o en un descampado.
- Aunque por sí solo este dato no es una pista, conviene saber que la mayoría de los talleres clandestinos están ubicados en las afueras de las ciudades y en zonas rurales.
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