La campaña de vigilancia que la DGT pone en marcha por el Black Friday

Más grandes o más pequeñas, las furgonetas son una herramienta de trabajo que saldrá a la carretera y a las calles con mucha más intensidad esta semana. El incremento del comercio electrónico ha hecho que el transporte de último kilómetro crezca hasta límites no conocidos hasta ahora, y estos días vivirá uno de sus puntos más altos de actividad con la celebración del Black Friday el próximo viernes.

Las empresas de reparto calculan que esta semana realizarán más de cuatro millones y medio de envíos diarios, y la mayoría se harán con furgonetas.

Se trata de un vehículo minoritario que representa un 7% del parque nacional (2,6 millones de vehículos), según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero que registra cifras de siniestralidad significativas.

Estos vehículos estuvieron involucrados en 2022 en 9.242 siniestros de tráfico con víctimas, un 7% más que en 2021. Fallecieron 221 personas, de las cuales 142 eran ocupantes de otros vehículos o peatones. Las restantes, 79 personas, viajaban en las furgonetas, un 7,6% de las muertes. El número de fallecidos creció un 30% respecto al ejercicio anterior.

Excesos de velocidad y colocación de la carga

Tráfico reseña otra cifra: el número de conductores de furgonetas denunciados por exceso de velocidad rondó el año pasado los 302.000, un 20% más que 12 meses antes. Fue la infracción más detectada, por encima de circular sin la inspección técnica de vehículos (ITV) o no llevar puesto el cinturón de seguridad.

Por todo lo anterior, la DGT pone en marcha un año más, hasta el domingo 26 de noviembre, su campaña especial de vigilancia de las furgonetas, con controles de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las Policías locales que se sumen a la iniciativa.

Con más probabilidad, los conductores encontrarán controles en las carreteras convencionales, porque registran un índice más alto de siniestralidad, y en los lugares que frecuentan este tipo de automóviles, como los centros comerciales, los polígonos industriales y los lugares de carga y descarga.

Los agentes vigilarán los excesos de velocidad, pero también comprobarán, entre otros detalles, la correcta colocación y el peso de la carga, la posible presencia de alcohol o drogas en el organismo de los conductores y la vigencia de la ITV.