Puede que ahora el nombre de referencia entre los eléctricos sea el de Tesla, pero no hace mucho otra marca estaba también el la lucha: Fisker Auomotive. Cosas del mercado, la compañía de Henry Fisker entró en bancarrota en 2013 y pasó un tiempo en el ostracismo hasta que hace poco fue adquirida por la china Wanxiang. Con el Fisker EMotion, confirma que comienza a resurgir de sus cenizas.
El primer paso fue retomar la producción de su modelo más representativo, el Fisker Karma. Lo siguiente fue el prototipo de un yate y la promesa de un nuevo vehículo eléctrico que vería la luz en 2017.
La espera ha terminado: así es el Fisker EMotion, un deportivo eléctrico que podemos considerar el hermano pequeño del Karma, al menos en tamaño. No hay dimeniones oficiales aún, pero el conjunto parece bastante compacto, de formas redondeadas, en el que destaca la ausencia de parrilla (innecesaria en un eléctrico) y en el que las entradas de aire sirven para refrigerar los frenos y optimizar el flujo aerodinámico.
El fabricante ha afirmado que la estructura del nuevo Fisker Emotion estará hecha de aluminio y carbono, sus puertas tendrán un sistema de apertura en élitro y las baterías que alimenten su motor (todavía por desvelar) estarán fabricadas en parte en grafeno.
Aunque Fisker no ha desvelado su capacidad, sí ha anunciado una autonomía de 400 millas, unos 640 kilómetros, y una velocidad máxima de 259 km/h.
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