El Gobierno ha abierto la puerta, por primera vez, a la posibilidad de dar ayudas públicas a los conductores que quieran cambiar su coche viejo por uno nuevo, tal y como pide desde hace meses el sector ante el desplome histórico de las ventas. El ministro de Industria, José Manuel Soria, apuntó este miércoles la posibilidad de que en 2013 se ponga en marcha un nuevo Plan Renove.
Soria, que hasta hace pocas semanas sostenía que no creía en este tipo de iniciativas, afirmó en una entrevista en Telemadrid que está dispuesto a hacer todo lo posible para que se ejecute. La razón: «Del sector del automóvil viven más de 270.000 personas, es el segundo de nuestra economía y el más exportador, con un 85% de la producción española exportada, pero es un sector muy sensible a la actividad económica».
«Que se compren más coches depende de que haya más renta disponible y más consumo», destacó el ministro, que reconoció también que «en un principio» no compartía la idea de este tipo de ayudas. «Se me hacía difícil pensar que para incentivar el consumo hubiera que dar una cuantía de entrada, pero a pesar de esa observación, fue un plan efectivo, que hizo aumentar las ventas», agregó.
Si el Gobierno decidiera destinar una partida de 200 millones de euros para otro plan, se podría multiplicar por dos o por tres esa cuantía en ventas, señaló Soria, quien añadió: «Para 2013 nos gustaría incluir un plan así, porque sería bueno para el sector. El principal problema es el déficit público y que en 2013 disminuyan aún más los presupuestos».
El último plan de ayudas, el 2000E, puesto en marcha por el anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, supuso un respiro para le sector. La patronal de los fabricantes Anfac calculó en su día que el plan contribuyó, en el año 2009, año de su entrada en vigor, a conservar 30.000 empleos en el sector del automóvil. En el primer semestre de 2010, el último en vigor, consiguió que las ventas crecieran más del 40%. El plan contemplaba ayudas de 500 euros por parte de la Administración para adquirir un vehículo nuevo o usado, y un descuento de 1.000 euros por parte del fabricante o importador en el caso de vehículo de primera matriculación.
Ventas bajo mínimos
Los fabricantes y los distribuidores llevan meses pidiendo al Gobierno ayudas para impulsar un sector que atraviesa su peor crisis en dos décadas. Las ventas no llegarán a los 700.000 coches este año, según las previsiones de la industria, frente al 1,6 millones que se vendieron en 2007, antes del inicio de la crisis. Mientras, se ha disparado la venta de coches de segunda mano.
En relación con los carburantes, el ministro de Industria anunció que pedirá un informe a Competencia y Energía para estudiar por qué, pese a la menor fiscalidad de los carburantes en España, el precio sin impuestos es mayor que en Europa. O por qué si el petróleo sube, el incremento de los carburantes es vertiginoso mientras que cuando su precio cae la bajada de la gasolina es muy lenta.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram