Hablar de coches deportivos baratos puede sonar a utopía y, aunque en parte lo es, todavía hay un número bastante limitado de modelos que intentan mantenerse fieles a esta idiosincrasia.
Eso sí, hay que admitir que, comparado con lo que costaban hace unos años, ahora son más caros y no parece una tendencia que se vaya a revertir.
Además, en su mayoría, los coches de este tipo van a desaparecer después de sus generaciones actuales, por lo que en muchos casos básicamente es la última oportunidad de hacerse con ellos.
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Hyundai i20 N
El i20 N es una rareza en el mercado, puesto que es el único utilitario del segmento B con un marcado carácter deportivo.
Sigue los principios de los GTI originales, combinando una carrocería de dimensiones compactas con un peso ligero y un motor suficientemente potente para que sea divertido de conducir. Bajo el capó cuenta con un bloque 1.6 turbo de 204 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos.
Está disponible desde 32.510 euros.
Mazda MX-5
El Mazda es el descapotable por excelencia (aunque también esté disponible en versión de techo duro retráctil). Es un biplaza ligero como los que ya no hay y es que no tiene rivales directos.
Está disponible con dos opciones mecánicas diferentes, un bloque de acceso de 132 CV y una alternativa de 184 CV con la que demuestra todavía más su carácter deportivo.
Está disponible desde 32.550 euros.
Subaru BRZ
La segunda generación del BRZ estuvo a punto de no salir a la venta en España, pero Subaru finalmente trajo el deportivo al mercado en forma de una tirada muy limitada.
Supone una mejora respecto al original en todas sus áreas, especialmente en el motor, uno de sus aspectos más criticados. Sigue siendo un bloque atmosférico, pero ahora con 2,4 litros de cilindrada y una potencia mayor, de 234 CV, que además tiene mejor respuesta a bajas revoluciones.
Está disponible desde 43.000 euros.
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