Antes de que las líneas de producción den forma a los coches, hay que dar muchos pasos previos. El primero de ellos reside en la logística y el embalaje, que dan forma al sistema nervioso que mueve todas las piezas necesarias para fabricar los vehículos. En BMW, una idea pionera cambió todo esto.
Dentro del grupo alemán, cada día, se mueven 30 millones de piezas para producir 2,6 millones de coches al año en sus 30 fábricas. En una operación tan masiva como esta, algo tan sencillo como una caja de cartón marcó las diferencias.
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Los responsables de estos procesos en San Luis Potosí (México) explicaron a EL MOTOR que el embalaje tiene un papel crucial: de él depende que todos esos componentes, que proceden de más de 2.000 proveedores en todo el mundo, se entreguen de forma segura y correcta.
Para ello, han dado forma a varias soluciones con las que han mejorado la eficiencia en el trasporte de esos millones de piezas. De paso, han conseguido reducir las emisiones de CO2 y promover los principios de la economía circular.
Lo han hecho incrementando el uso de materiales reciclados e implementando un diseño de embalaje más eficiente. Con esto buscan reducir el impacto ambiental que genera la cadena de suministro; según sus cálculos, contribuirán a reducir las emisiones en un 40% por coche en 2030.
La caja PAL 973
BMW ha sido pionera en desarrollar la caja PAL 973. Una solución de embalaje eficiente con el espacio creada para llevar a cabo los envíos intercontinentales.
Es, al mismo tiempo, desechable porque está hecha de cartón corrugado reciclado y, pensando en los trabajadores, cuenta con una compuerta de carga para la recuperación ergonómica de las piezas: algo que mejora la eficiencia en las fábricas.
La clave de la caja PAL 973 está en que, con sus medidas y forma, maximiza el espacio que hay en los contenedores marítimos. Estos miden 40 pies de largo (12,19 metros) y su interior es de 68,37 metros cuadrados.
La caja europea estándar mide 1.200x800x990 milímetros. Con estas cifras, dentro de un contenedor, sólo caben 48 cajas que ocupan 45,62 de los 68,37 metros cuadrados totales. Se apilan en dos niveles y en cada uno caben un par de cajas: al dejar espacios, se deben rellenar para que las piezas no sufran daños.
La caja PAL 973 está hecha a medida. Mide 1.190x760x840 milímetros: son más pequeñas, pero ocupan todo el espacio del contenedor. Se pueden apilar en tres niveles y en cada uno caben tres cajas. No hay lugar para huecos sobrantes.
BMW proporciona a sus proveedores estas cajas que, además, reducen el número de contenedores necesarios para transportar los componentes de los coches y, en consecuencia, las emisiones de CO2.
Otros materiales reciclados
Las cajas PAL 973 no son las únicas soluciones de embalaje que se vuelven a usar o que reutilizan materiales. Ocurre lo mismo con los anillos de cartón corrugado y los palets de madera. Esto es especialmente importante en regiones que, como México, tienen un acceso limitado a materiales de papel en bruto.
Por otro lado, en el proceso de logística y embalaje también usan contenedores retornables hechos de materiales reciclados. Algunos de ellos, como los contenedores de Polipropileno Expandido (EPP), tienen un 25%. Otros llegan al 50% y los que son de plástico plegables contienen el 90%.
Estos, asimismo, cuando están vacíos, se pueden doblar para reducir el volumen de transporte y mejorar la eficiencia del espacio. La guinda del pastel la pone el uso de materiales hechos a base de plantas y bienes de consumo reciclados.
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