Las luces de los vehículos están ahí para garantizar una visión óptima, algo esencial para circular con seguridad independientemente de las condiciones de luminosidad de la vía. Por eso, es fundamental saber cuáles elegir en cada momento: ¿qué pasa cuando un coche nuevo no tiene luces antiniebla?
El objetivo de las luces antiniebla es mejorar e incrementar la seguridad cuando la visibilidad es mínima debido a este fenómeno meteorológico. Como la niebla flota unos centímetros sobre el asfalto y su haz apunta a la carretera, es más fácil ver las marcas viales.
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¿Son obligatorias en España?
En España, la antiniebla trasera es obligatoria en todos los coches. Es de color rojo, más intenso que el tono de las luces de posición, y ayuda a señalizar al vehículo en tramos con mala visibilidad. Sólo hay que usarla si las condiciones lo exigen porque puede deslumbrar a los conductores que circulan por detrás.
Las antiniebla delanteras no son obligatorias y no todos los vehículos la equipan. Son más bajas y anchas y suponen un refuerzo luminoso. Por ello, se utilizan en condiciones desfavorables y también en carreteras mal iluminadas, estrechas y con curvas sucesivas.
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De ser halógenas a la tecnología LED
Normalmente, las luces antiniebla son halógenas. Hay una razón: la luz que emiten no es lo suficientemente potente para largas distancias y es difícil dirigir su haz para elegir dónde apuntan, así como su intensidad. Por estas razones, son perfectas como refuerzo.
El paso del tiempo y de la tecnología dieron paso a la tecnología LED. Funcionan uniendo varios diodos de luz de pequeño formato (LED), que, conjuntamente, consiguen una elevada luminosidad.
Iluminan a plena intensidad al instante, admiten distintas formas de diseño, tiene un bajo consumo energético y una vida útil en torno a las 10.000 horas. Primero llegaron a las luces de freno, intermitentes y en las luces diurnas; ahora ya forman parte de las principales.
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La tecnología LED se ha ido afinando y, sobre todo, ha reducido sus costes. Esta combinación ha hecho que los faros equipados con ella lleguen a todas las versiones: muchos modelos las equipan desde las de acceso.
Su presencia (con más potencia y más capacidad de focalización del haz) ha hecho que las luces antiniebla delanteras pasen a un segundo plano hasta desaparecer en muchos de los modelos nuevos. En otros, sin embargo, no están porque prescinden de ellas para poder controlar los precios de las versiones más básicas y sólo las montan en las superiores.
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