Parecía que no sucedería nunca, pero al final llegó el optimismo. Las ventas de automóviles suben ininterrumpidamente en España desde hace cinco trimestres, impulsadas por la mejoría económica, la caída del paro, el Plan PIVE y la mayor disponibilidad de financiación. Y los nubarrones que se anunciaban hace apenas unos meses, con la posible entrada en recesión de algunos socios europeos, parecen haber desaparecido de golpe gracias al reciente desplome del barril de petróleo y su consiguiente repercusión en los precios de los combustibles.
La producción española superará en 2014 los 2.400.000 vehículos, casi un 9% más que el año anterior. En 2015 se espera llegar a 2.600.000
Si a esto le añadimos las vitaminas que aporta el tirón de las ventas a particulares, las más rentables y sensibles al aluvión de nuevos modelos que se anuncian para los próximos meses, tendremos casi todos los ingredientes necesarios para que el sector acabe de salir del túnel y afiance con paso firme el círculo virtuoso de la recuperación.
Suben ventas y producción
En realidad, la situación es como si estuviéramos coronando la última rampa difícil de una larga y accidentada competición, justo antes de llegar a una zona más llana que nos llevará hasta la meta. Los kilómetros y el cansancio siguen pasando factura, pero lo peor ha pasado ya, y solo queda aguantar un poco más para rematar la faena.
Así es como parece estar el mercado español del automóvil, al menos en su rama comercial o retail, la que afecta a las ventas finales. Porque la industrial, la de la producción, sigue navegando viento en popa para confirmar que las fábricas españolas -sindicatos y empresas- han hecho sus deberes con responsabilidad durante la crisis. Y ese diálogo social permite ahora recoger los frutos aumentando la producción para salir de la crisis más reforzadas y competitivas que cuando empezó el desastre de la recesión.
Coches más limpios y seguros
En algunas ocasiones las iniciativas legislativas ayudan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y en lo que afecta al sector del automóvil, 2014 está siendo clave, porque se ha introducido la obligatoriedad de algunas normativas que inciden en aspectos tan importantes como los límites de emisiones y el equipamiento de seguridad.
Desde el pasado de 1 septiembre está ya en vigor la norma Euro 6, que reduce los límites de emisiones contaminantes de los automóviles nuevos. Y esto se traduce en una bajada importante de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) que producen los diésel y que ahora se igualan prácticamente con las de los coches de gasolina.
El cambio podría encarecer el precio de los modelos con mecánicas de gasóleo, que deberán incorporar nuevos filtros más sofisticados para poder cumplir los nuevos límites. Pero la industria logrará reducir los costes con rapidez, como sucedió con los primeros catalizadores, y la calidad del aire de las grandes ciudades lo agradecerá mucho.
El otro cambio importante afecta a la seguridad y, según multitud de estudios, habría salvado miles de vidas si se hubiera aplicado hace una década, cuando ya era factible. Se trata de la obligatoriedad de que los modelos nuevos vengan de serie desde el pasado 1 de noviembre con el control electrónico de estabilidad ESP, que llegará acompañado también de los sensores de presión de ruedas. Y en 2015 se añadirá la llamada automática de emergencia en caso de accidente.
La norma afecta a todos los modelos nuevos: los que no lo lleven no se podrán vender, al menos como nuevos.
El ESP es el mayor avance en seguridad activa de los últimos 15 años. Este dispositivo corrige los derrapajes y pérdidas de control automáticamente sin que intervenga el conductor. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) estima que se podrían evitar 400 víctimas anuales en España si todos los coches lo llevaran. Y Bosch, uno de los fabricantes, asegura que el porcentaje de implantación en Europa en 2013 fue del 76% entre los turismos nuevos.
Tras esta interminable travesía del desierto, la demanda de automóviles, que parecía tocar fondo en los cuatro últimos meses de 2013, ha confirmado en 2014 su reanimación. Y lo ha hecho superando los pronósticos más optimistas. Así, las matriculaciones han acelerado con una rapidez sorprendente a lo largo del año que termina y el mercado vuelve a crecer a tasas olvidadas desde hace casi una década, y más propias de países emergentes en pleno recalentón.
La consecuencia de todo esto es que hemos pasado de ser la cenicienta de Europa a convertirnos en la gran esperanza blanca, la excepción que puede maquillar las cifras finales del año en la UE y compensar la ralentización o la caída de otros socios acosados por los achaques, como Alemania y Francia en el primer caso, o Italia en el último.
Crecimiento del 19% en 2014
Al cierre de noviembre, las ventas de automóviles en España han crecido un 18,1% y la previsión de ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones) es cerrar el año con 865.000 automóviles, un 19% más que el año anterior. Y si se suman otros 117.000 vehículos comerciales y unos 16.000 camiones y autobuses, la cifra final asciende a 998.000 vehículos en total. Para 2015 este mismo organismo espera que suban al menos otro 5% hasta 1.050.000 vehículos, que se repartirían entre 910.000 turismos, 127.000 comerciales y 17.000 camiones.
El crecimiento es importante, pero el resultado final queda todavía muy lejos de los récords de los años de la burbuja, cuando las ventas llegaron a 1,7 millones. Y también falta mucho para alcanzar las velocidades de crucero que se estiman acordes con nuestra población y tasa de motorización, entre 1,2 y 1,3 millones al año. Sin embargo, si el año pasado se tocó fondo (+2,5%), en 2014 se puede decir que se ha afianzado la recuperación. Ahora solo falta esperar a que se confirmen las previsiones que anunciaban hace un año en estas mismas fechas algunos ejecutivos del sector como Rafael Prieto, director general de Peugeot España: “Hay unas 500.000 personas al año que aplazaron el cambio de coche durante la crisis. Y eso supone un residual de demanda latente de entre 2,2 y 2,5 millones de coches que se activará en cuanto se recupere la confianza de los ciudadanos”.
Algo de eso es lo que parece estar ocurriendo, o al menos así lo refleja el aumento de las ventas a particulares, las más rentables, porque dejan mayor margen que las de empresas y alquiladoras. Según ANFAC: “Este canal lleva unas figuras excepcionales, con un crecimiento acumulado del 21% y 434.761 unidades entre enero y noviembre”. En cambio, las ventas a compañías crecen un 13,2% en el mismo periodo, y el canal de empresas de alquiler lo hace en un 15,9%.
2,4 millones de producción
El frente de las fábricas va todavía mejor, tanto por el aumento de las unidades producidas como sobre todo por el valor de las mismas. Si en 2012 ni siquiera se llegó a los dos millones de unidades fabricadas, el año pasado se alcanzaron los 2,2 millones y este se acabará ya en 2,4. Y para 2015 las previsiones de ANFAC anuncian un nuevo aumento hasta 2,6 millones de vehículos, un 9% más que en este ejercicio.
Así, el Plan Tres Millones anunciado por la patronal española en noviembre de 2012 y considerado entonces por muchos como una utopía más propagandística que real, parece cada vez más cercano y realizable. José Luis López-Schümmer, actual presidente de ANFAC y también presidente y consejero delegado de Mercedes-Benz España, confirma el optimismo: “Estoy convencido de que se conseguirá. La cuestión ahora es seguir ganando las batallas de 2016, 2020, etcétera. El mercado mundial acabó 2013 en 87 millones de vehículos y llegará pronto a cien millones.
Las ventas de automóviles en España van camino de cerrar el año con un aumento del 19%. Y las del segmento de particulares crecen a tasas del 21%
Si España quiere mantener su cuota de mercado mundial hay que empezar a pensar en fabricar cuatro millones. Y eso implica plantearse las relaciones laborales, los costes de la energía, a qué mercados se los vamos a vender para preparar las infraestructuras necesarias, etcétera. Si nos quedamos parados nos puede pasar como a Francia, que producía 3.700.000 coches en 1990 y el año pasado cerró en 1.740.000. A Italia le ha ido peor, porque hacía entonces 2.120.000 y en 2013 solo fabricó 658.000. En cambio, Alemania es un buen ejemplo, porque ha subido desde 4.977.000 en 1990 a 5.718.000 en 2013. Y a nosotros tampoco nos ha ido mal: estábamos en 2.053.000, cerramos en 2.200.000 en 2013 y este año acabaremos en 2.400.000”.
Más valor del Made in Spain
Pero si el aumento de la producción es continuado, más interesante aún es el valor de lo producido. Y es que en los últimos años la mayoría de las factorías españolas se han reinventado para dejar de ser especialistas en coches pequeños de poco valor y empezar a fabricar modelos más grandes y sofisticados con precios superiores. Así, solo en este ejercicio Ford ha empezado a fabricar en Almussafes el nuevo Mondeo y en 2015 hará lo mismo con el S-Max, el monovolumen grande de la marca del óvalo; la planta de Opel en Figueruelas también se ha ganado hacer el Mokka, un todoterreno de tamaño medio; Mercedes en Vitoria ha empezado a fabricar la nueva Clase V, con un precio de salida por encima de 40.000 euros.
Y aunque se trata de un coche más barato, la factoría de PSA (Peugeot-Citroën) en Villaverde, que estaba casi al ralentí, se plantea ahora aumentar su producción para atender la demanda del nuevo C4 Cactus. También la de Renault en Valladolid, que estuvo al borde del cierre hace apenas cuatro años, produce ahora el todoterreno Captur a tres turnos rozando el 100% de su capacidad. Y tras lanzar el Pulsar este año, la planta de Nissan en Barcelona ultima los preparativos para sacar en 2015 una nueva pick-up que sustituirá a la Navara actual.
Pero lo realmente importante de todos estos avances es que como el 90% de la producción va al exterior, el valor de las exportaciones de vehículos aumentará un 11% este año, elevando el saldo positivo hasta 16.000 millones de euros. Y esto representa 10 veces más del que había al comienzo de la crisis y será clave para equilibrar nuestra balanza de pagos, uno de los principales desequilibrios históricos de nuestra economía.
Estrenos como revulsivo
Si es cierto que no hay nada mejor que un nuevo producto para aumentar las ventas, 2015 viene repleto de buenas razones para comprar. Y hay novedades para todos los gustos.
Si lo que se busca es un pequeño y urbano, los nuevos Smart y Twingo serán las propuestas más modernas. En el escalón superior, la última entrega del Opel Corsa se disputará el protagonismo con la ofensiva oriental que encabezan los Hyundai i20 y Mazda 2, entre otros. Entre los familiares compactos las nuevas propuestas vendrán de los modelos más exclusivos, como los Mercedes CLA Shooting Brake e Infiniti Q30. En las berlinas medias, en cambio, la competencia será feroz en todos los frentes, con los nuevos VW Passat, Ford Mondeo y Renault Laguna como opciones más populares y los Jaguar XE y Audi A4 como alternativas más exclusivas.
En los monovolúmenes las novedades llegan en los modelos grandes, con los nuevos Renault Espace y Ford S-Max dispuestos a convertirse en referencias. Pero donde de verdad habrá un aluvión de estrenos es entre los todoterrenos, que siguen su paseo triunfal en el mercado europeo. Así, llegarán modelos de todos los tamaños, desde los nuevos urbanitas, como los Fiat 500X, Mazda CX-3 y Honda HR-V, a modelos de tamaño medio, como el Land Rover Discovery Sport. Pero seguirán llegando también nuevos gigantes, como el Volvo XC90 y todoterrenos de espíritu deportivo como los BMW X6 y Mercedes GLE. Y entre todos ellos, los dos extremos: purasangres para soñar, como el nuevo Ford Mustang y las últimas entregas de coches enchufables como el Golf GTE. De todos ellos se ofrece una completa información en este suplemento.
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