Los coches eléctricos han generado polémica este año porque, a lo largo y ancho del mundo, se han sucedido algunos incendios provocados por estos vehículos que se han hecho bastante virales por su espectacularidad y porque no son sencillos de apagar. Esto ha llevado a que, de manera independiente, algunos garajes hayan empezado a prohibir su acceso por miedo a lo que pueda ocurrir.
En Madrid ya hay un caso en pleno centro. El aparcamiento, situado cerca de Tirso de Molina, ha colgado a su entrada el cartel que se puede ver ilustrando estas líneas. En él puede leerse: “Ante los posibles riesgos de incendio que supone un coche 100% eléctrico, está prohibido el acceso de dichos vehículos en el garaje”.
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La medida ha generado cierta polémica, con división de opiniones. Por un lado están quienes consideran que, dado el peligro que supone un incendio de un vehículo eléctrico, están a favor de que se segregue a este tipo de automóviles. En el otro están quienes consideran que si un cero emisiones está homologado y con todo en regla, tendría que tener el mismo derecho a aparcar que los demás.
Opiniones enfrentadas
Rafael Moro, vicepresidente de la Asociación Española de Lucha Contra el Fuego (ASELF), ha hablado al respecto en una entrevista concedida a Telemadrid en la que señala que la solución está en crear aparcamientos específicos para coches eléctricos que con “recintos que se cierren automáticamente y rociadores que intenten bajar la temperatura del recinto para evitar que las estructuras situadas por encima de él se dañen”.
Uno de los problemas que hay con los incendios de eléctricos es que son complicados de apagar y que no pueden apagarse por medios convencionales, por lo que, si un vehículo estacionado en las plantas inferiores de un parking estalla en llamas, que los bomberos no puedan acceder a él complica la situación. Es el principal argumento que se contempla para su veto.
Sin embargo, desde organizaciones como la Asociación Española de Aparcamientos y Garajes (Asesga) sostienen que tienen una obligación para cumplir los ratios de punto de carga, que implica que el 2,5% de las plazas tienen que estar electrificadas.
Además, alrededor de los incendios de los coches eléctricos hay muchos mitos, empezando por el hecho de que, aunque sean muy aparatosos, la posibilidad de que se produzcan es igual o menor que en los modelos de combustión.
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