El pique coches japoneses contra coches americanos es algo habitual en el mundo del motor. Son muchos los defensores acérrimos de uno y otro grupo, y no pocos los que echan pestes del supuesto “enemigo”. En un lugar perdido de California quisieron ver quien era mejor con hechos, no con palabras. Así que enfrentaron un Nissan GT-R de 560 CV (según su dueño) contra una diversa selección de pony cars estadounidenses: un Dodge Demon y un par de Chevrolet Camaro. Hagan sus apuestas.
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