El Bentley Flying Spur es uno de lo máximos exponentes de los sedanes de lujo del mercado y la marca británica acaba de presentar su tercera generación. Y en ella el fabricante profundiza en sus ya habituales puntos fuertes.
Sabedora de lo reconocible de su imagen, Bentley ha optado por evolucionar el diseño del modelo, de manera que siguen presentes elementos como la contundente parrilla delantera o los grupos ópticos circulares dobles. Por otra parte, las líneas de tensión que marcan su cintura y pasos de rueda hacen que se estilice todavía más su silueta.
Más información
Su motor es el también conocido bloque 6.0 W12 biturbo, cuya potencia es de 635 CV y su par máximo es de 900 Nm, entregados a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de doble embrague y ocho relaciones. Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, consiguiendo una velocidad punta de 333 km/h.
Como es lógico en un vehículo de su posición, está cargado de tecnología, algo que se nota ya desde su apartado mecánico. La tracción integral es conectable, por lo que actúa de manera estándar como si fuera trasera. Las cuatro ruedas son direccionales, lo que hace que sea más ágil y estable. Además, monta unos frenos con discos de hierro de 420 milímetros y emplea una suspensión neumática.
No faltan tampoco los asistentes de conducción, la cámara con visión nocturna, cámaras de 360 grados, Head-Up Display, una pantalla central rotativa o un sistema de audio de 10 altavoces. A todo ello se suma un interior con materiales de primera calidad que incluyen la tapicería de cuero bitono, molduras de madera, apliques de aluminio, iluminación ambiental o un techo panorámico, entre otros.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram