60 aniversario de James Bond: sus coches más recordados

El primer coche Bond en la primera película de la saga. El Sunbeam Alpine de 1962 fue un cupé descapotable de dos plazas con motor delantero, de cuatro cilindros y cuatro marchas, que cubicaba 1.592cc y rendía 80 CV. La tracción trasera le proporcionaba una conducción más ágil y dinámica. 

Este modelo de 1935 está basado en un programa experimental de Rolls-Royce, aunque esta variante Bentley disponía de un carácter más deportivo. Montaba un motor de 6 cilindros que ofrecía 110 CV de potencia, suficientes para desarrollar una velocidad máxima de 145 km/h, impresionante registro para la época. 

El coche Bond por excelencia. Fue diseñado por el estudio italiano Carrozzeria Touring Superleggera y su motor desarrollaba 282 CV que le permitían llegar a los 233 km/h de velocidad punta. El equipamiento de serie incluía asientos reclinables, ventanas eléctricas, ruedas con radios de alambre cromadas e incluso un extintor de incendios.

Este automóvil se hizo mundialmente famoso por ser en el que asesinaron al presidente John F. Kennedy en 1963. Es uno de los mayores representantes del diseño Flow Line: formas suaves, fluidas y elegantes. Destacan sus puertas traseras que cuentan con apertura invertida. Monta un motor V8 de 7.047 centímetros cúbicos que desarrolla una potencia de 324 CV. 

El productor de la película, Albert Broccoli, se quedó prendado del prototipo del Toyota 2000GT en el Salón del Automóvil de Tokio de 1965 y decidió que sería el coche de la próxima entrega. Este cupé biplaza fue fabricado bajo licencia por Yamaha y monta un propulsor de seis cilindros en línea de 2.000cc con una potencia de 152 CV. Esto le permitía desarrollar una velocidad punta de 225 km/h. 

Se convirtió en el sustituto del DB6 e incorporó un diseño más moderno y acorde a los estándares de la época: una trasera al estilo fastback y una parrilla delantera cuadrada, opuesta a todo lo conocido en los modelos de la marca. Incorpora un propulsor V8 de 5.3 litros de cubicaje con 286 CV de potencia. La velocidad máxima es de 260 km/h. 

Destacó por su carrocería cupé tipo fastback, con una caída muy pronunciada en la parte trasera, su motor de siete litros y 375 CV le permitían acelerar de 0 a 100 en 6’30 segundos. Fue el último gran Mustang de Ford debido a la preocupación en las autoridades estadounidenses por las emisiones y la seguridad. 

Los malos también tenían sus vehículos especiales. En este caso, un AMC Matador se convertía en un aeroplano ligero para huir de James Bond. El modelo montaba un motor V8 de 6 litros que le otorgaba una potencia de 180 CV. En esta película todos los vehículos que aparecen son de la compañía AMC. 

Uno de los coches más icónicos de la saga. Hacía falta un impulso tras el fiasco de los AMC en la anterior película. Su capacidad para convertirse en un vehículo submarino, impresionó a la audiencia. El motor cubicaba 2 litros y rendía 160 CV. Durante el rodaje se usaron seis coches para realizar la transformación tierra-agua.

La primera vez que la marca Jeep se colaba en una película de Bond. El modelo Wagoneer se comercializó en sustitución del Jeep Willys Station Wagon. Se le puede considerar el abuelo de los SUV actuales por unir el concepto de berlina con la tracción 4x4.

De todos los coches de la saga, este es quizás el que menos encaja con 007. La persecución en un 2CV amarillo por tierras griegas es épica. El Citroën contaba con un motor de 602cc que entregaba 28,5 CV de potencia y una velocidad máxima de 110 km/h.

Diseñado por Giugiaro se convirtió en una belleza de la época. Un modelo de carrocería cupé para cuatro personas que montaba un propulsor de 6 cilindros en V a 60 grados de 2492cc. Su potencia era de 160 CV y rendía una velocidad máxima de 220 km/h.

Otra icónica escena por los Campos Elíseos de París con un R11 sin techo, cortado por la mitad. Un modelo muy popular de la marca del rombo que sorprendía por su diseño cupé y su precio asequible. Contaba con un motor de 4 cilindros con 82 CV y una velocidad máxima de 170 km/h.

La primera película con Timothy Dalton como 007. Con este 200 Quattro la firma Audi era la primera vez que aparecía en la saga de películas del espía británico. El automóvil contaba con un motor turbo de cinco cilindros y 20 válvulas. Entregaba 220 CV y su velocidad máxima era de 240 km/h. 

Un modelo extra exclusivo construido por Rolls-Royce entre 1959 y 1968. Basado en el Silver Cloud II ofrecía una carrocería sedán de cuatro puertas. Montaba un motor V8 de seis litros de cubicaje con 203 CV de potencia. La velocidad máxima que alcanzaba era de 180 km/h.

BMW consiguió unir el lanzamiento de su nuevo descapotable biplaza al de la película. Las dos unidades preserie que cedieron para el rodaje, fueron custodiadas día y noche hasta la finalización. Con una sugerente línea, montaba un motor de 4 cilindros de 140 CV de potencia y una velocidad máxima de 205 km/h. 

Nueva película en la que BMW se encarga del coche del espía. En esta ocasión este Serie 7 se podía conducir por control remoto usando un móvil Ericsson. Contaba con un propulsor de 4395cc y 408 CV de potencia. La velocidad máxima estaba autolimitada a 250 km/h.

Como sucedió con el Z3 de Goldeneye, el público pudo contemplar por primera vez este coche en el estreno. Durante el rodaje estuvo vigiladísimo para que no se pudieran sacar fotos. El motor era un V8 de 400 CV de potencia y la velocidad máxima (limitada electrónicamente) era de 250 km/h.

Vuelta de la saga a su colaboración con Aston Martin. Este Vanquish fue el tope de gama del catálogo de la firma británica. Contaba con un motor V12 de seis litros de cubicaje y 450 CV de potencia. Era capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,7 segundos y la velocidad máxima era de 306 km/h.

La primera película de Daniel Craig como 007. Aparece a bordo de la cuarta generación del Ford Mondeo, la berlina superventas de la que solo en Europa se han comercializado cinco millones de unidades desde 1993. El modelo de la cinta montaba un motor 2.0 Ecoboost de 203 CV y una velocidad máxima de 232 km/h. 

Otro icónico modelo que aparece en la saga. Un coche que estuvo casi 72 años en producción. En este caso el Escarabajo es un modelo de 1969 que contaba con un motor de 1584cc y 50 CV de potencia. Una caja de cambios de cuatro marchas y una velocidad máxima de 130 kilómetros hora. 

Un modelo muy inglés para el espía más inglés de la historia. El ejemplar es la cuarta generación de la berlina de lujo. Contaba con un motor V6 con supercargador de 3 litros de cubicaje y 340 CV de potencia. Aceleraba de 0 a 100 en 5,9 segundos y la velocidad máxima era de 250 km/h.

Para el rodaje de esta película se necesitaron diez modelos. Se trata de un espectacular cupé de dos puertas con motor central y tracción trasera. Cuenta con un motor V8 de 4,7 litros y 436 CV. La velocidad máxima es de 306 km/h. 

Es la versión más deportiva y exclusiva desarrollada por la marca británica hasta la fecha. La firma italiana Carrozeria Touring Superleggera se ha encargado del diseño de este superdeportivo de dos puertas. El propulsor es un V12 de 725 CV que rinde una velocidad máxima de 339 km/h. 

Para conmemorar la onomástica de 007, la firma Land Rover ha desarrollado un Defender 90 preparado para participar en el Rallie Bowler Defender Challenge de 2022. Monta el propulsor de gasolina P300 Ingenium, que desarrolla 300 CV de potencia y 400 Nm de par motor.